ARTE












HIPPOLYTE BAYARD y "Los Molinos de Montmartre"


GUIÓN:

1. EL AUTOR, HIPPOLYTE BAYARD 
   •1.1 LA PRIMERA FOTOGRAFÍA DE PROTESTA? 
   •1.2 EL POSITIVO DIRECTO SOBRE PAPEL 
   •1.3 SU OBRA
   •1.4 AUTORRETRATOS
2. FICHA DE LA OBRA 
3. MONTMARTRE 
   •3.1 LOS MOLINOS DE MONTMARTRE 
   •3.2 OTRAS FOTOGRAFÍAS DEL LUGAR 
   •3.3 MONTMARTRE EN PINTURA 
   •3.4 CONCLUSIÓN Y MONTMARTRE EN LA ACTUALIDAD 
4. BIBLIOGRAFÍA




1. EL AUTOR, H. BAYARD

Empezó trabajando en una notaría, y posteriormente para el Ministerio de Finanzas de Francia, en París. Allí se empieza a interesar como otros por la fotografía. Se le considera el inventor del positivo directo. 
Sobretodo le interesaba la acción de la luz sobre los objetos, y a partir de 1837 se empieza a interesar por la química. 
Su primera exposición, bastante bien acogida, se realiza en 1835.



1.1 LA PRIMERA FOTOGRAFÍA DE PROTESTA?

A pesar de ser uno de los inventores de la fotografía, a diferencia de lo que ocurrió con Niépce o Daguerre, no fue recompensado, e incluso se intentaron ocultar sus avances para que no perjudicaran al Daguerrotipo. En 1840, desencantado con ello, se autorretrata como “Hombre ahogado”, con un subcartel apoyando la imagen, en el que escribió: v"El cadáver del caballero que aparece al otro lado es el de Monsieur Bayard, el inventor del proceso cuyos maravillosos resultados están Vdes. viendo o van a ver. Como se sabe, este ingenioso e infatigable investigador ha estado denodadamente ocupado durante tres años en poner a punto su invención. La Academia, el rey y todos cuantos han visto sus dibujos, que él personalmente consideraba aún imperfectos, los han admirado como Vd. lo está haciendo en este momento. Ello le honró enormemente pero no le reportó ni un céntimo. El Gobierno, que tanto concedió a Monsieur Daguerre, decidió desentenderse de Monsieur Bayard y el pobre hombre se ahogó (...)". 


1.2 EL POSITIVO DIRECTO SOBRE PAPEL
Las imágenes que obtuvo eran positivos directo: “sobre un papel impregnado con sales de plata, ennegrecida esta solución a la luz del día, la sumergía en una solución de yoduro de potasio que exponía húmeda en la cámara, adherida a una pizarra. Esos compuestos de plata ennegrecida se transformaban en yoduro de plata soluble, apareciendo la imagen positiva después de haber bañado la plata en hiposulfito o cianuro.”(1)



1.3 SU OBRA

En 1857 es seleccionado junto a otros fotógrafos para trabajar en la Comisión de Monumentos Históricos, como compensación por haber sido dejado de lado sin compensación como uno de los descubridores de la fotografía. Aun asía tuvo mucho éxito: sus más de seiscientas obras entre daguerrotipos, colodiones y albuminas se encuentran hoy día en instituciones modernas, y en su momento tuvieron bastante aclamación, tanto sus retratos como autorretratos, como paisajistas o urbanos.


1.4 AUTORRETRATOS

Podemos verle en el del centro retratado como un burgués. Pero más interesantes son los otros dos, en los que se retrata como era típico ejerciendo el oficio de uno de sus pasatiempos: de jardinero. Pues era habitual en la época ocuparse de su propio jardín, símbolo de una mente desarrollada y cultivada. Observamos que con estos autorretratos y el anterior de “hombre ahogado”, H. Bayard utiliza la fotografía como una autoafirmación de lo que es él mismo.



2. FICHA DE LA OBRA


-Nombre de la obra: Los Molinos de MonTmartre. 

-Autor: Hippolyte Bayard. 

-Género de la obra: paisaje urbano. 

-B/N, Color: Blanco y negro 

-Procedimiento: positivo directo sobre papel. 

-Soporte: papel sensibilizado con sales de plata. 

-Textura de la imagen: lisa. 

-Cámara: cámara oscura con lente.

-Breve descripción del motivo: se trata de la imagen de algunos molinos en una calle cuesta de Montmartre, los cuales podemos observar en perspectiva. Se observa la calle que sube más o menos centralizada, y tres de los muchos molinos que abundan en la zona, empequeñeciéndose hacia el fondo, y vistos de más claro a más oscuro.


-Composición: 
     Punto de vista: se trata de una perspectiva lineal, en la que se utilizan las líneas de la calle para dar profundidad a la imagen, además del punto de vista centralizado, pues el ojo humano que contempla la imagen se encontraría a la altura del último molino, punto final de la perspectiva, a pesar de los altibajos de la calle. 
     Estabilidad/Dinamicidad: con lo anteriormente dicho obtenemos una imagen estable pero dinámica, en la que predominan las diagonales (véanse las líneas de la calle, las aspas de los molinos, etc.). Sin embargo sobre predominar las diagonales no es una imagen que produzca inestabilidad, por lo equilibrado de la composición; aunque la parte más recargada de imagen se encuentra en la parte inferior, queda contrarrestado, pues aparecen en una tonalidad de “gris medio”, mientras que en la parte central (los molinos), aparecen en un negro saturado, así pues aunque las líneas de la calle bajen y suban no destacan tanto como los molinos en negro que suben ordenadamente hacia el cielo más claro. Todo ello le proporciona un orden a la imagen dentro del aparente caos reinante que la convierte en una composición totalmente estable para el ojo humano.



3. MONTMARTRE


En Montmartre existe un antes y un después de 1860, al ser anexado en esta fecha como barrio anexo a París. Antes se trataba de una pequeña villa elevada a 1.000 metros sobre el mar, que vivía de la agricultura y sus molinos, al ser por su ubicación un lugar propicio para la explotación molinera, por el beneficio de vientos regulares. 
Posteriormente, al anexarse, los molinos se fueron conviertiendo en tesoros del pasado los que no desaparecieron, y cambiando sus funciones a tiendas, cabarets, prostíbulos, cafeterías, etc… Así el barrio nos llega a la actualidad como uno de los barrios más famosos de París, conocido también como el barrio de los pintores, y con numerosos atractivos como “Le Sacre Coeru”, el Barrio Rosa, y los restos de molinos reconvertidos, en los que se han refugiado numerosos pintores desde el s. XVIII hasta la actualidad.3.1 Los molinos de montmartre

Construidos sobre un armazón de madera que soportaba las aspas y la maquinaria, toda su estructura pivotaba sobre un zócalo de albañilería. Una larga viga de madera servía de palanca para orientarlo. Según la dirección del viento. La estructura era desmontable para cambiar la ubicación si era necesario.
vLos molinos obtenían el nombre genralmente dependiendo de a qué se dedicaran, por ejemplo, el “Moulin à Poivre”1, el  “moulin du blute fin”2 o el “mulin de la galette”3,




3.2 OTRAS FOTOGRAFÍAS DEL LUGAR


Aquí presenciamos una reproducción de un incunable fotográfico, realizado por Bayard, titulado “Essai de Mai 1839 Avril”. El lugar, el barrio de Montmartre, con sus molinos, es un tema recurrente para sus primeras fotografías. Lo utilizaba como pretexto para sus experimentos químicos y estudios de la luz.

Estas obras fueron realizadas por el mismo autor, entre 1839 y 1841. Cada una está realizada desde una vista diferente al lugar. Desde luego las imágenes no son muy nítidas. Por eso la que se considera una obra maestra es la del tema principal del trabajo que estamos tratando. 

Gustave Le gray. “Montmartre”, 1850
Este autor trinfó sobretodo por sus paisajes de marinas, ya que utilizaba varios negativos para el montaje de la fotografía final, consiguiendo que ambas partes, el cielo y el mar salieran con la luz ajustada perfectamente. Este autor también se interesó por Montmartre y sus vistas a los molinos.




3.3 MONTMARTRE EN PINTURA
Louis jacques mande daguerre.. “vista desde la colina de montmartre” 1840.
No es una novedad que yo repita le hecho de que la pintura y la fotografía, hasta nuestros días, y desde la aarición de la fotografía, en incluso antes, con la cámara oscura, han sido colaboradoras, y ambas empresas han podido beneficiarse la una de la otra. 
La cantidad de motivos que se repiten en ambas disciplinas son inumerables, y entre ellos se encuentra el que aquí tratamos, que es la vista de Montmartre.

Van Gogh pintó todos los molinos del lugar, desde diferentes puntos de vista y en diferentes estaciones del año.
"Jornada de fiesta en Montmartre” 1887

 “El molino radet” 1886
"Molino de viento en Montmartre, Otoño 1886"

“Huerto de vegetales en monmartre, 1887”
“Le moulin à poivre, 1886”

Pierre Auguste Renoir, nos muestra una visión más romántica del lugar, con las fiestas burguesas:

“Moulin de la galette 1876”

“El jardín de montmartre”

Henry De Toulous Lautrec, nos muestra otra visión menos encantadora del barrio, sobretodo la vida interna en los cafés y los prostíbulos.

“En el moulin rouge”, 1892

“La prostituta”


Pablo Picasso, sin embargo, sigue con la línea de Renoir, más sentimentalista, pero omstrando las fiestas nocturnas como Lautrec, aunque para entonces la mayoría de prostíbulos ya habían sido cerrados y el barrio medio saneado.

“La galette”

3.4 CONCLUSIÓN Y MONTMARTRE EN LA ACTUALIDAD

Como hemos podido ver en las obras se observa un cambio hacia la modernidad y la industrialización en el barrio, que podemos apreciar gracias a fotografías y pinturas. 
Y finalmente nos queda Montmarte en la actualidad, como uno de los barrios turísticos de París, no solamente por los pintores que se han sumergido en él, sino por su historia y los monumentos que residen en él. En la actualidad podemos encontrar molinos que nos recuerdan su pasado, y que aunque la mayoría hayan sido construidos con posterioridad y no sean remodelaciones de los originales, han llegado a inspirar incluso películas, como “Moulin Rouge”, o “French Cancan”, de Jean Renoir.











4. BIBLIOGRAFÍA
Castellanos, Paloma. Diccionario histórico de fotografía. Ed. AKAL, 1999
Revista, “The Sunday Thimes”, Vol 12 Abril 2010. Artículo: “París in photos”.
www.aloj.us.es 











Caravaggio, artista barroco 
maestro de todo género


1)      CONTEXTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO:
El barroco utilizará las formas heredadas del clasicismo, pero con tendencia hacia la grandiosidad y la complejidad acumulativa, añadiendo un simbolismo y un naturalismo virtuoso de las apariencias, que serán protagonistas no solamente del estilo, sino de la época. Éste complejo mundo cultural no solamente maneja las formas clásicas con criterios y objetivos nuevos, sino que responde a un sistema de vida y pensamiento propios. No se puede eludir el cambio de mentalidad a partir de avances científicos  como los de Kepler y Galileo, que entraba en colisión con las verdades reveladas y que situaban al hombre en el centro del mundo, o de las reflexiones filosóficas de Bacon o Descartes, que resaltaban el valor de lo experimental y la razón, y proclamaban la pequeñez del hombre en el universo. Esto se traducirá en el arte como un interés por lo sensorial y la aceptación del mundo material y el de la naturaleza, aunque se utilice en sentido simbólico. El arte se valorará como expresión sentimental y emotiva, destinada a enviar mensajes que actúen sobre el ánimo del espectador: por un lado tenemos el arte al servicio de la propaganda católica, propia de la llamada Contrarreforma, y que se caracterizará casi siempre por ser de carácter austero. Se buscaba con él, ilustrar la verdad del Dogma formulado por el Concilio de Trento, realzando el poder de la Iglesia y del Papa como Vicario de Cristo en la tierra. Se busca la clarificación de las imágenes sagradas, debiendo responder a un estilo sencillo y comprensible, que invitase a la devoción sentida. Por otro lado tenemos el arte al servicio de las monarquías (pues es un siglo de consolidación de las monarquías absolutas), y utilizarán el arte como exhibición de poder y ostentación de la riqueza, cuyo punto culminante podemos decir que es con el ascenso de la Francia de los Borbones (en detrimento del Imperio Español), y sobretodo con Luis XIV. Aun así, Roma mantendrá su posición de liderazgo en cuanto a centro de difusión del arte, además de ser la capital del mundo católico.


2) MHICHELLANGELO MERISI DA CARAVAGGIO:

          2.A) CRONOLOGÍA INELUDIBLE[1]:

 Michellangello Merisi da Caravaggio: 1573, Caravaggio – 1610, Porto École.
1584 – Taller de Simone Peterzano (pintor que dice haber sido alumno de Ticiano. Tiene elegancia y hermosura en sus figuras, pero no se le considera ningún prodigio). Aun así efectúa sus obras con impecabilidad. Se supone que fue quien enseñó las técnicas de la pintura, del dibujo y la perspectiva al joven Merisi, posiblemente adquiriendo de ahí el realismo empírico de tradición lombarda.
1588 - Caravaggio viaja a Roma, y al poco tiempo es presentado al Cavalier d’Arpino, primer pintor de Roma. Éste hará que Merisi se ejercite con modelos clásicos y aprenda sobre alegorías y metáforas, y además le hará realizar naturalezas muertas compitiendo con la pintura flamenca, además de pinturas de caballete “para vender”.
1590/98 - Realiza las pinturas de San Luigi dei Francesi.
1600 - Realiza las pinturas de Santa María del Popolo.
1602 – Realiza las pinturas de la “Déposition Vaticane”.
1606 – Muerte de Ranuccio da Teramo, a manos de Michelangelo Merisi. Es declarado culpable. Antes otras riñas le habían llevado a la cárcel, pero siempre sus mecenas intercedían por él. Es condenado, se escapa e inicia una vida de viajes e inestabilidad (aun mayor).
1607 – Nápoles. Sufre un altercado en el cual le queda el rostro desfigurado.
1608 – Malta.
1609 – Siracusa, Mesina, Palermo.          El 24 de Octubre recibe la noticia de que su condena ha sido indultada, y decide regresar a Roma. Durante el viaje sufrirá unos altercados que finalmente lo llevarán a morir en Porto École, sin llegar a Roma.



          2B) NATURALEZA MUERTA:

 Cesta de Frutas. Detalles 1 y 2.
Sigue siendo un tema discutido sobre si Merisi pintaba o no naturalezas muertas independientes. En aquél momento se consideraba “inferior natura”, pero él se revela como una mente avanzada a su época sobre ello, pues él afirmó que “hacer una buena pieza de flores le costaba tanto trabajo como pintar figuras humanas”[2]. Se conserva su obra “Cesta  de Frutas”, pintada en 1597, en la que se observa su gran dominio de tratamiento de calidades, y sus “trucos” para causar efecto de realismo, con la cesta sobrepasando la línea que la soporta, o acentuando los efectos del oscuro sobre el fondo claro, creando efectos de profundidad. Además, se la considera un experimento de estabilidad dinámica. Las frutas, aunque realistas no están idealizadas, pues la mayoría están picadas, posiblemente aludiendo a la fugacidad de la vida. Sobretodo utilizará la naturaleza muerta para sus alegorías de jóvenes, muy comunes en sus inicios en Roma.

         2.C) AUTORRETRATOS: se incluirá a si mismo en algunas pinturas.


En “El martirio de San Mateo”, vemos una figura al fondo, a la que se ha identificado como un autorretrato de Merisi. Vemos en su rostro una expresión melancólica, y como de su tronco contorsionado sale un brazo que alarga la mano, queriendo alcanzar la espada del martirizador.



En el “Bacchino Malato”, pintado durante una enfermedad cuando estuvo Roma. Se muestra como uno de los muchacho seductores a los que pinta como alegorías, comparándose de igual manera con las frutas, puede que esta vez haciendo referencia a su enfermedad y a la relación perdida por esto con el Cavalier d’Arpino, el cual no fue a visitarle.


En su “David con la cabeza de Goliath”, realizado ya en su madurez, después de las atrocidades que ha vivido, se siente cansado y con un último aliento de vida, lo cual demuestra autorretratándose como el Goliath abatido. En esta fecha ya tenía el rostro desfigurado por el incidente de Nápoles. Lo último que le había hecho ilusión había sido el poder convertirse en caballero en Malta, pero tras el conocimiento de su incidente con Ranuccio de Teramo, fue expulsado. Teniendo en cuenta que era un hombre de fe, pero impulsivo, debía sentir una enormidad de contradicciones. Los que le conocieron le han descrito de mal carácter, de loco y trastornado, pero sobretodo al final de su vida.









2.D) DE TEMA MITOLÓGICO: 





Como hemos dicho con el Cavalier d’Arpino aprende mitología, y su iconografía. La obra más destacada de su producción de este género de la que se tenga constancia es la de “Judith decapitando a Holofernes”, en la que nos llama la atención la búsqueda de la representación del instante preciso de la decapitación, con las expresiones pertinentes de los rostros (la de desconcierto y temor de Holofernes, y la de asqueamiento y determinación de Judith). Huyendo de la idealización, el rostro de la sirvienta también nos sorprende con el acertado estudio de un rostro sin dentadura que espera fríamente para recoger la cabeza.











Judith decapitando a Holofernes.  Abajo y a la derecha, detalles.




    
          2.E) PINTURA MURAL: 
                                                                                                    Pintura mural Ludovisi. Detalle 
Solamente realizó una que nosotros tengamos constancia, que es la “Pintura mural Ludovisi”, pintada entre 1597/98. Se sabe que tenía predilección por la pintura sobre tela, y que rechazó el realizar una pintura mural durante su estancia en Siracusa. En la obra observamos como ha pintado en la bóveda de la estancia un cielo abierto, con una arquitectura pintada que lo limita, y con magníficas figuras con escorzos muy estudiados, en los que se observa una influencia de Mantegna.



                                                                               


 2.F) PINTURA DE GÉNERO: 
                                                                                       .


En la búsqueda de la realidad, elige los momentos más comunes, 
por considerarlos los más verdaderos. Estudia los “…movimientos y reacciones en su instantaneidad, a fin de captar la diversidad y anormalidad de las fisonomías…”[3] Realiza estudios no solo fisionómicos sino psicológicos para cada situación, como hemos visto en el tema mitológico. Las escenas son diferentes y abundantes, desde la cuotidiana escena romana de la gitana leyendo, jugadores de cartas con timadores incluidos, a alegorías de jóvenes con naturalezas muertas, alegando a la juventud, el engaño y el amor. Estas obras son en general pinturas de caballete “para vender”, normalmente destinadas a literatos y amantes del arte, y de algunas realiza réplicas a petición de sus comitentes, en las que observamos variaciones cromáticas, y con diferentes estudios de la luz.

                                                                                                                                                                               .                                                                                                   Arriba y a la derecha, detalles de “Los tramposos”









          2.G) TEMAS RELIGIOSOS: 


A finales del s.XVII, “las sacras conversaciones van desapareciendo para dejar sitio a las narraciones que la contrarreforma fomenta y que han de ser edificantes. Episodios de martirio, santos en éxtasis, siempre basados en fuentes bíblicas y hagiográficas, y en los que, a ser posible, aparezcan caracteres de marcado patetismo”[4]. Para ello, Caravaggio introduce las innovaciones que ha conseguido: los trata como pinturas de género insertadas en un ambiente lo más natural posible, utiliza también los modelos de la calle, evocando asi el nexo de unión entre lo humano y lo divino, y acercándolo más a una situación real (de la realidad que él vivía), pues su intención no era desacralizar a los santos que pintaba, sino todo lo contrario, retornando a los orígenes de la iglesia, con una pintura “más pura y natural” que la pomposa e idealizada del renacimiento. Así se demuestra cuando vemos que, a pesar de la utilización de los modelos de la calle, realiza los detalles en consonancia con las escrituras, como por ejemplo en el “Descanso en la huida de Egipto”, se inspira en “El cantar de los cantares” para teñir de rojo los cabellos de la María, como la esposa del cantar, y aunque representa en el ángel un cuerpo juvenil medio desnudo, como en sus alegorías, lo despoja de los toques de sensualidad que aquellos poseían. Lo mismo podemos decir de “La Virgen de los Peregrinos”, realizada para la iglesia de San’t Agostino, donde además de un  hermoso contraste entre la piel y las telas de la Virgen, se observa un tratamiento distinto entre lo celestial y lo terrenal, reforzado por el escalón sobre al que está subido la Virgen.

                                                                                               "La vocación de San Mateo", detalle.

Aun así, si sus obras de género resultaban escandalosas, no fueron menos las religiosas, por lo que ha dejado como legado numerosos pentimenti, como en el caso su primera obra importante, para San Luigi Dei Francesi, el “Martírio de San Mateo”, que además de una obra primera, rechazada “por  la vulgaridad de la pose” (destruida en la segunda Guerra Mundial), en la segunda y definitiva se han podido detectar diversos arrepentimientos. Otro elemento a destacar, es el adaptamiento a la arquitectura en sus obras de la Capilla Cerasi de Santa María del Popolo, “Martirio de San Pedro” y “Conversión de San Pablo”, donde no solamente realiza unos magníficos estudios de escorzos, sino que además adaptados al lugar arquitectónico, donde cobran sentido las deformidades realizadas en la obra. “La Vocación de San Mateo”, sería un claro ejemplo de tratamiento como pintura de género en una obra religiosa, donde se representa el momento de la llamada de San Mateo, justo cuando se encuentra en medio de sus negocios en una especie de taberna de la época, y todos llevan vestimentas contemporáneas al autor. También esta obra refleja el estudio que realizaba el pintor de sus obras, incluso realizándolas “alla prima”, pues se observa en la mano de Jesús el modelo del Creador, realizado por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. En esta obra también encontramos las características más esenciales en su modo de obrar, pues utiliza una luz de contrastes, una luz artificial que moldea las formas que salen de la oscuridad, y ni siquiera Jesús está exento de ser un modelo de la calle. Esto unido a sus magníficos escorzos, hace que las figuras parezcan salirse del lienzo. También aquí realiza un estudio psicológico y de acciones de cada personaje.

                                                                                                                "Sacrificio de Isaac"


Una de las obras que perteneció a la colección española de Caravaggio, pero que actualmente se encuentra en el extranjero (“Sacrificio de Isaac, 1598, actualemente pertenece a la Colección Barbara Piasecka Johnson de Princeton), nos muestra la maestría con que Merisi pinta primeros planos.

Observamos una  tendencia a la interpretación como la actividad de un genio impulsivo y algo desorientado en busca del saber, en la mayoría de las bibliografías. Sus conocimientos variados (pintura lombarda, romana y flamenca) le abrieron muchas puertas a lo largo de su vida.


BIBLIOGRAFÍA:


-“CONFESIONES Y ENCARGOS, Ensayo de arte”. Por Simon Schama. Ed. Península Atalaya.
-“INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DEL ARTE: El siglo XVII”. Por Madeleine y Rowald Mainstone. Ed. Gustavo Gili, S.A.
-Caravaggio, Milano. Ed. Electa.
-Estudios sobre Caravaggio” de Walter  Friedlender. Alianza Forma. (Pág. 178: alusión a la afirmación recogida por Giustiniani).
- “ASTRA – ARENGARUM , Collection de Monographies d’Art, Peintres 22, Caravaggio”. A. Lucini e C.
-“ArtBOOK. Caravagio, una revolución terrible y sublime”. Serie de monografías a cargo de Stefano Peccatori y Stefano Zuffi.
-Realismo y Espiritualidad: (exposición) Campi, Anguissola, Caravaggio y otros artistas ceremoneses y españoles en los Ss. XVI - XVIII.






[1]ASTRA – ARENGARUM , Collection de Monographies d’Art, Peintres 22, Caravaggio”. A. Lucini e C.
[2]Estudios sobre Caravaggio” de Walter  Friedlender. Alianza Forma. (Pág. 178: alusión a la afirmación recogida por Giustiniani).
[3]ArtBOOK. Caravagio, una revolución terrible y sublime”. Serie de monografías a cargo de Stefano Peccatori y Stefano Zuffi. (Pág. 86).
[4]ArtBOOK. Caravagio, una revolución terrible y sublime”. Serie de monografías a cargo de Stefano Peccatori y Stefano Zuffi. (Pág. 69).







ALFRED SISLEY

Veneux, por la tarde, en agosto, 1881






GUIÓN:

1.      OBRA
2.      FICHA TÉCNICA DE LA OBRA
3.      EL IMPRESIONISMO
4.      BIOGRAFÍA DEL AUTOR Y OBRAS
5.      IMPRESIÓN PERSONAL SOBRE LA OBRA
6.      LA OBRA EN LAS BIBLIOGRAFÍAS
7.      BIBLIOGRAFÍA







 1.     OBRA:





      2.     FICHA TÉCNICA DE LA OBRA:
            TÍTULO: Veneux, por la tarde, en agosto, 1881.
            AUTOR: Alfred Sisley.
            TÉCNICA: cuadro, óleo sobre lienzo en horizontal.
            GÉNERO: paisaje. (Paisaje a las afueras de Moret-sur-Loing).
            MOVIMIENTO: impresionista.


      3.     EL IMPRESIONISMO:
Los llamados impresionistas, forman parte de una curiosa y revolucionaria forma de ver la pintura. Rechazados por la propuesta de ruptura con el “gran arte” de la academia. Su objetivo: pintar la luz reflejada en la materia, utilizando colores puros mayoritariamente, y que sea la retina del ojo humano la que los mezcle. Éste planteamiento de pintar algo tan étero como la luz, les obliga a salir a la calle y abandonar el estudio cerrado. Por ser ésta cambiante, pintan del natural, y normalmente rápidamente, por ser ésta cambiante. Del mismo modo, nos dejan series de obras desde el mismo punto en diferentes horas del día, para mostrarnos el cambio, lo cual es denominado “serialismo”. Con la luz como protagonista de la composición, unos evolucionaron hacia la desmaterialización de la misma, y otros, como Sisley o Monet, quedaron como los impresionistas más puros, aún sin mostrar tanta evolución en sus obras como sus compañeros.
La luz de la que hablamos, no puede resplandecer al lado de blancos puros, ni puede ser protagonista en una obra de oscuras sombras. Por tanto, los impresionistas, mayoritariamente no utilizarán ni negros ni blancos puros, convirtiéndolos en penumbras y reflejos.
En definitiva encontramos una nueva forma de pintar, descrita a la perfección por un personaje de una de las novelas de Pérez Ayala: “Todo el aquel de ser pintor consiste en distinguir la luz de cada día de la semana, más que en distinguir los colores. ¿Quién no distingue el rojo del azul y del amarillo? Pero hay muy pocos que distinguen la luz del domingo de la del viernes o el miércoles… Las cosas son como son, sólo que los hombres tardamos en verlas. El sol de entre semana tiene una luz que alumbra, y aun calienta; pero no anima…”.


     4.     BIOGRAFÍA DEL AUTOR Y OBRAS:
Alfred Sisley, detalle de un retrato de Renoir, 1868
Alfred Sisley (1839, París – 1899, Moret-sur-Loing).

Segundo hijo de una familia de comerciantes inglesa establecida en Francia. A los 18 años fue enviado a Londres para perfeccionar su inglés y formarse en el negocio familiar. Allí básicamente pasó el tiempo visitando museos (mostrando interés por los paisajes de Turner, Constable y Bonnington), y en 1862 vuelve a París e ingresa en el estudio de Charles Gleyre (pintor académico de origen suizo), para seguir con su carrera artística. Allí coincide con Monet, Renoir y Bazille, a los que llamará sus “compinches”. Así pues aunque el taller cierra en un año escaso ya queda consolidado su preferencia hacia el paisaje y su amistad con estos tres grandes artistas. Él y sus “compinches” se reunirán en numerosas ocasiones desde entonces en Chailly, junto al bosque de Fonteinebleu, y en Marlotte, en la posada de la mère Anthony, para pintar los paisajes.
La academia, conocido su rechazo hacia los impresionistas, solamente le dejó exponer en el salón obras limitadas y en contadas ocasiones (1866, 1868 y 1870).
El autor tiene adjudicadas casi mil obras, de las cuales solamente 18 son anteriores a 1871. Éste mismo año será cuando coincida con Renoir y su hermano en Louveciennes, donde se refugiaba de la guerra Franco-prusiana. Hasta el momento había vivido de las rentas de su padre, pero a partir de aquí empieza su periodo de privaciones, lo cual le empuja a intentar vivir de su pintura (aunque en vida raramente consiguió vender un cuadro por más de cien francos).
En su estancia en Loveciennes (1871-1874), se dedica a pintar lugares cercanos al Sena, como Renoir, Monet, Pissarro o Bougival. Aunque a partir de 1872 Paul Durand-Ruel (un marchante que con poco éxito se ocupó de su obra y de la de otros impresionistas) empieza a comprar su obra y a exhibirla en su galería londinense de New Bond Street, Sisley no obtendrá jamás gran éxito. Aun así se reunirá con sus compañeros impresionistas en el famoso café Guerbois, en torno casi siempre a Manet, y se moverá por allí de forma discreta y siempre en segundo plano, observando como sus compañeros empiezan a adquirir renombre y él no.
En 1874 pintará una serie de vistas del Támesis, habiendo sido invitado a Inglaterra cuatro meses por Jean Baptiste Faure (uno de los pocos coleccionistas que por entonces se interesó por el impresionismo). En este año además contribuirá con cinco obras en la primera exposición impresionista que realizó nadar, aunque la crítica que recibió lo único que hizo fue empeorar aun más su situación económica. Al poco tiempo se trasladó a Mary-le-Roy, donde pintará varias vistas de “El Abrevadero”, situado cerca de su casa. En este periodo se consolida su impresionismo poético y romántico de suaves tonalidades rosadas y violáceas que lo caracteriza. Posteriormente seguirá participando en algunas exposiciones impresionistas (en 1876, 1877 y 1882, pero siempre sin gran éxito.
Entre 1877 y 1880 vivirá en Sevres, y en 1880 se trasladará a Moret-sur-Loing, donde plasmará numerosas escenas fluviales del Canal del Loing hasta el final de sus días, realizando exposiciones individuales y esquivando a sus antiguos “compinches”, cuya fama entre 1870 y 1890 había empezado a acrecentarse. Sus mas allegados afirmaron que del buen carácter que lo caracterizaba ya le quedaba poco en este periodo de su vida.
Otras obras a destacara son las marinas pintadas en su viaje a Gales en 1897, o la serie dedicada a la iglesia de Moret entre 1893 y 1894.
Finalmente en 1899 el artista fallece por un cáncer de garganta.


     5.     IMPRESIÓN PERSONAL SOBRE LA OBRA:
Precioso paisaje pintado con gran soltura, cosa que se aprecia por las pinceladas sueltas, pero en el que se observa un gran estudio de la luz, tanto sobre el follaje de la arboleda que tenemos ocupando toda la mitad derecha de la obra, como en el suelo que tiene el camino, como en el reflejo del agua en el curso del río, el cual invade la mitad inferior derecha de la obra, como en el cielo azul verdoso que lo corona. Se observa a lo lejos, entre el cielo y el agua, un segundo paisaje de fondo: un terreno con algunos árboles y lo que podrían ser personas, pues no se deja claro al haber sido aplicada la perspectiva aérea, quedando borroso por la lejanía. La composición además adquiere un doble ritmo, marcado por dos puntos de fuga diferentes, y cada uno ocupando la mitad del lienzo: en el tramo derecho destaca la profundidad del bosque, habiendo sido pintada con maestría con la interpretación de la luz sobre el follaje y por el camino que penetra la arboleda y se pierde en ella; en la parte izquierda del lienzo cobran protagonismo las nubes del cielo, que marcan el ritmo de la lejanía del agua, siendo aumentado este efecto con la utilización del paisaje secundario que hemos nombrado con antelación.
Se ha utilizado una paleta de colores clara, evitando los negros (transformándolos en marrones oscuros y claros para aclarar las sobras), y también se han evitado los blancos puros (siendo interpretado en su mayor pureza en la obra como blancos rotos o crudos). En el punto en la luz es más luminosa en toda la obra (casi en un primer plano, en el suelo del camino a punto de adentrarse en la arboleda), se ha desmaterializado la luz, resaltando el tono terroso del suelo del camino, degradándolo con pinceladas de amarillo para que no resalte demasiado y rompa la armoniosa composición, y se ha añadido además alguna pincelada verde clara por el mismo motivo. En éste tramo, y como es común en los impresionistas, la sombra no se ha realizado con marrones, sino con violeta, siendo éste el color complementario del que más destaca en este tramo: el amarillo crudo o roto.
Hay que destacar que a pesar de los diferentes elementos que abarca la composición (agua, cielo, follaje y tierra), y que además del ya dicho doble ritmo de la composición, tolla ella en conjunto es vista como algo armonioso y tímido, pues queda toda la obra unificada posiblemente además de por los tramos de cielo que se representan a través del follaje, por las diferentes tonalidades verdosas que se despliegan por cada uno de los elementos de la obra. Podemos observar la vuelta a sus primeras influencias de la Escuela de Barbizon, utilizando los verdes y marrones matizados mediante luces y sombras para captar la atmósfera de la naturaleza.
La impresión en sí que la obra me provoca es una sensación armoniosa pero al mismo tiempo melancólica. Pudiera ser por la predominancia de colores fríos sobre los cálidos, o por la lírica nostalgia de contacto con la naturaleza que se vive en la actualidad por el estrés de las ciudades y la sociedad consumista en la que vivimos. Aunque realmente no puedo hablar bien de la impresión que la obra me suscita, puesto que no tengo ocasión de verla en directo, sino a través de una fotografía de uno de los libros. Sin embargo viéndome obligada a ello, diría que después de leer sobre la vida del autor, su personalidad se refleja en la obra, como he dicho que aparenta distanciada y fría pero armoniosa, siendo la calma y la pasividad del autor una de las cualidades que se destaca en las biografías más valorada por sus amigos y por la gente que lo conocía, al mismo tiempo que la timidez que se refleja. Además el paisaje de por sí es una estampa solitaria, que refleja lo que sería la mayor parte de su vida, y también ésta etapa final, en la que ni siquiera estaba acompañado por su familia, y posiblemente estaría intentando encontrarse a sí mismo en los primeros lugares donde había empezado a pintar


     6.     LA OBRA EN LAS BIBLIOGRAFÍAS:
Poco dicen los libros sobre esta obra en concreto y sobre el autor, puesto que hasta hace poco se ha visto como el eterno segundón: no llegó al impresionismo puro como otros autores de la época, ni tampoco consiguió gozar de la fama que alcanzaron sus compañeros. Al intentar imitarle en la etapa media de su vida para poder sobrevivir de sus cuadros se habla de que lo único que consiguió realmente fue embrutecer su estilo propio. De hecho en algunos libros sobre impresionistas ni siquiera aparece, o como mucho mencionado como amigo de unos o de otros. Si se habla es más en conjunto sobre las obras de la última etapa de su vida en Moret-sur-Loing, a la que pertenece ésta que estamos tratando: se nos dice que Sisley intenta cambiar su estilo para parecerse más al de sus compañeros impresionistas más puros, visto su escaso éxito comparado con sus compañeros, y por necesidad económica, pero en esta etapa final, vuelve a ser fiel a sí mismo, volviendo un poco a su estilo inicial más sobrio que algunas obras que había intentado realizar como hemos dicho más al estilo de sus compañeros.
En cuanto a esta obra en concreto se nos comenta: “Sisley fragmenta la pincelada y la carga de materia. Sin embargo, la disolución del follaje de la derecha en múltiples matices luminosos no consigue anular la sensación de profundidad, conseguida con un estricto control de las zonas de luz y sombra sobre el camino. La curva del río, a la izquierda, ofrece una de sus características vistas panorámicas contraponiendo el azul del celaje con le del agua. Es precisamente el cielo el que actúa como elemento de transición entre ambos términos.”[1]


     7.     BIBLIOGRAFÍA:

-Jose María Faerna García-Bermejo. Colección LA ERA DE LOS IMPRESIONISTAS “Sisley”. Ed. Globuscomunicación S.A., 19

- Antonio Gala. La Luz en la Pintura. Ed. SEPI.
- Ramón Íbero. Dibujos de impresionistas franceses. Ed. POLÍGRAFAS S.A.



PÁG’S WEBB:




[1] Colección LA ERA DE LOS IMPRESIONISTAS “Sisley”. Dirigido por Jose María Faerna García-Bermejo.
Ed. Globuscomunicación S.A., 1995






MIGUEL DE RUBIALES, artista barroco español:


En España el panorama de escultura barroca es distinto a la mayoría de Europa en estos momentos (periodo barroco): la decadencia del imperio dificultó el desarrollo de la escultura profana o funeraria de carácter individual, pero en cambio se experimentó una potencialidad en el estamento eclesiástico, como por ejemplo el florecimiento de las cofradías religiosas que se convierten en un cliente importante: con ello, lo popular penetra en el arte, y se produce un gran aumento de imágenes procesionales, con influencia del gran movimiento religioso católico de la contrarreforma (buscando concretar las ideas religiosas con un mayor sentido plástico y dar una atención preferente a la expresión del sentimiento, frente al protestantismo que rechaza el culto a las imágenes). La técnica preferente para la realización de estas esculturas será: material madera de pino, roble, cedro o nogal tallada y posteriormente policromada, y poco a poco se pasa del gusto por la policromía brillante al mate. También los retablos cambian con cada vez los marcos más complicados, y se pasa poco a poco de relieves a esculturas exentas que se terminan convirtiendo también en imágenes procesionales. Además a finales del s.XVI ya se observa en España una tendencia hacia el realismo, como en otros países, mostrando las virtudes y defectos de aquello representado. En el s.XVII esto aumenta hasta tal punto que para las imágenes se utilizan trapos encolados de verdad como vestiduras e incluso cabelleras postizas.
Se destacan dos focos escultóricos ya  a principio de la centuria: uno en Castilla y Extremadura durante el periodo de Gregorio Fernández (1576 Sarria, “Lugo” - 1636 “Valladolid”) y otro en Andalucía, especialmente en Sevilla y Granada con Juan Martínez Montaés (1568 Alcalá del Real, “Jaén” -  1648 “Sevilla”) y Alonso Cano como cúspide representativa con su escultura “exquisita”. Sin embargo, a partir de mediados de siglo, podemos encontrar una tendencia hacia el barroquismo de las figuras, destacando la escultura de Pedro Roldán.

En el caso de Miguel de Rubiales, se cree que fue un escultor del barroco español que gozó de bastante reconocimiento durante su vida, aunque los datos que se poseen sobre él son escasos. Nacido y muerto en Madrid (1645 – 1702), y según Palomino, discípulo de Pedro Alonso de los Ríos (Valladolid 1641 – Madrid 1702), otro escultor de renombre de la segunda mitad de siglo. Aunque esta hipótesis es discutida por la autora Margarita Estellés, ya que opina que como mucho debieron ser colaboradores, ya que ambos eran más o menos de la misma edad, y como en todo, es posible que se influyeran mutuamente. Se conocen pocas obras realizadas por Miguel de Rubiales: “el paso del Descendimiento”, de la capilla del Rosario de la Iglesia de Santo Tomás; “el paso de Santa Elena”, del Carmen Calzado; y “la Virgen de la Soledad”, del convento de la merced. De estas tres obras que se le atribuyen, solamente conocemos una: “el paso del Descendimiento” (identificado por Margarita Estellés en una fotografía del Archivo Moreno, a través de un dibujo de la obra que se había publicado en el Semanario Pintoresco Español). Como vemos ni siquiera tenemos la obra en sí, ya que se cree desapareció en un incendio del templo que la albergaba. Aun así se han escrito obras sobre él como “Observaciones sobre el paso del Descendimiento de Miguel de Rubiales”, en los que se intenta analizar la maniera de este escultor, a través de esta fotografía. En él, Margarita Estellés señala además de la gran carga de movimiento del que está dotado el paso (paso en sentido de conjunto de figuras escultóricas situadas sobre una plataforma, que forman un conjunto casi pictórico). Además señala que en la foto se observa la delicadeza de los rostros, pero sobretodo de las manos (cosa bastante inusual). Además aquí no se ha perdido la calidad de los ropajes ni las cabelleras, a pesar de no ser reales, como había pasado en otras partes de España en donde la tradición empezada al principio del segundo tercio de siglo a añadir paños encolados como vestiduras y pelucas reales, lo cual había producido un decrecimiento de la calidad de algunas imágenes. Aquí loa ropajes y las texturas son apreciablemente de calidad, con pliegues acertados que proporcionan un gran movimiento al conjunto. La composición es compleja, una imagen de bulto redondo con diferentes puntos de vista y escorzos: en ella identificamos a José de Arimatea y a Nicodemo que descienden el cuerpo de Cristo, que recibe San Juan. María Magdalena lo toma de los pies mientras la Virgen contempla los clavos en su mano izquierda. No hay un excesivo dramatismo a pesar de la situación, todo se produce con tristeza, reflejada por los rostros, pero con serenidad. Otros pasos sucesivos, como el del mismo nombre de Gregorio Fernández respetará esta misma composición.
En definitiva aparenta ser un gran escultor de imaginería religiosa española de finales del siglo XVII, que con la calidad que realizó esta obra (apreciable incluso a través de una fotografía en blanco y negro y deteriorada), posiblemente fue reconocido en vida, aunque a pesar de ello, solamente nos podemos limitar a citar las características que poseía esta obra y no mucho más, ni siquiera afirmando que esta fuera su modus operandi habitual.

Madrid. Iglesia de Santa Cruz. Paso del Descendimiento, por Miguel de Rubiales. (Destruido). Fotografía Archivo Moreno.


BIBLIOGRAFÍA:


-Juan Jose Martin Gonzalez. Escultura barroca en España 1600’ 1700. Manuales de Arte Catedra.     
            -Santiago Alcolea. Escultura española. Ediciones Poligrafas, S.A.
-Margarita Estellés. Observaciones sobre el paso del descendimiento de Miguel de Rubiales. BSAA. 1978.




La “pila” de Xátiva





GUIÓN:


-FICHA TÉCNICA DE LA OBRA.
-DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFIA, Y ALGUNAS INTERPRETACIONES QUE SE HAN      REALIZADO SOBRE ELLA.
-CONTEXTO HISTÓRICO DE LA OBRA.
-INTERPRETACIÓN ICONOLÓGICA DE LA OBRA.
-LA CONSERVACIÓN DE LA OBRA. 
-BIBLIOGRAFÍA. 




FICHA TÉCNICA DE LA OBRA:

-NOMBRE DE LA OBRA: “Pila de Xátiva”.
-LUGAR DE PRODUCCIÓN: Al-Ándalus.
-LUGAR DE HALLAZGO: Xátiva. (En el s.XVIII servía como abrevadero de caballos, a pesar de su valor).
-LUGAR DE CONSERVACIÓN: Xátiva, Museo Almodí.
-DIMENSIONES: Altura 41,9 cm; Largo 169,9 cm; Ancho 67cm.
-MATERIAL Y TÉCNICA: Mármol rosa Buixcarró esculpido.
-FECHA A LA QUE PERTENECE: s.XI.
-ESTILO: Arte hispánico, estilo de Cantería Árabe de Al-Ándalus. (Pieza única en su género por la banda esculpida con figuras por toda la parte exterior).

-RECORRIDO DE LA OBRA: se la cree perteneciente a algún palacio árabe de familia importante  de Xátiva de la época. Fue encontrada en el s.XVIII (1792) por Pérez Bayer, siendo utilizada como abrevadero de caballos en las antiguas caballerías de Xátiva (junto a la fuente de los 25 chorros, colocada en el suelo para que bebieran los caballos), y fue mandada trasladar por el Gobernador  Pascual Gaspar de Bonanza al patio del Palacio Municipal. Más adelante se trasladó al ex convento de San Agustín (posterior edificio del ayuntamiento), y posteriormente trasladada junto con otras obras procedentes del Palacio Municipal, al edificio Almud’n o lonja del grano (actual museo Almodín), en 1788, en calidad de depósito, siendo llevado a efecto el traslado por el entonces diputado Antonio Mateo Pueyo. Con la apertura del museo inaugurado en 1929, ya se consideraba a “La Pila” la pieza arqueológica principal del mismo. El setabense Emilio Gandía García realizó varios vaciados de la obra para los museos arqueológicos de Barcelona (del cual era director), Valencia, Madrid, París y Londres, para que realizaran sus reproducciones. El Museo arqueológico de Londres calculó en su momento que el valor material de la pieza se estimaría en medio millón de pesetas, valoración que hoy en día le hace gracia al actual director del museo Almodín Angel Velasco, quien considera que es difícil poner valor a una pieza única (aunque aclara que es una tarea que debe hacerse para las compañías aseguradoras, y que seguramente se tendrá que revisar la póliza y poner alguna cantidad más grande de la que haya)[1].

La obra ha salido del museo en dos ocasiones desde que entró: la primera vez fue prestada a EEUU para una exposición temporal, y la segunda a Granada, para la Macro Exposición de Al-Andalus (en esta última se prestó con la condición de recibir a la vuelta una réplica exacta, sin embargo a la vuelta la obra volvió sola)[2].





-DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFICA Y ALGUNAS INTERPRETACIONES ICONOLÓGICAS DE LA OBRA:
     





-Descripción iconográfica: la pila tiene una banda de alto relieve esculpido por toda la parte que rodea los laterales de la misma. En los lados largos encontramos tres medallones, uno a cada lado y otro al centro, que separa lo que parece ser dos escenas diferentes a cada lado de éste central. Al mismo tiempo, dentro de cada medallón hay otra representación, y en los lados cortos dos escenas separadas por un marco esculpido en medio. En uno de los lados largos, encontramos de izquierda a derecha, un medallón con lo que parece ser una figura masculina tocando el laúd. Le siguen fuera del medallón dos figuras, parecen una femenina y otra masculina, de pié al lado de un árbol. Debajo del árbol una figura masculina recostada come un fruto. En la otra parte del árbol encontramos una figura masculina con un laúd entre las manos, y otra con una flauta en la boca. Le sigue el medallón central, en el que se aprecia una figura masculina recostada, con una especie de “botellín” en la mano, al que otra femenina le sirve alguna bebida en un cuenco con una jarra. Le sigue  otro grupo de figuras, dos que parecen moverse hacia la derecha, el primero de ellos lleva alguna cosa combada en una mano, y el otro también lleva algo alargado. Las otras tres figuras que parecen a punto de moverse hacia la izquierda, la primera sostiene con una mano una especie de “vara” alargada, y la otra la adelanta (están bastante deterioradas pero parece que le coge de la barba al que tiene de frente). La segunda figura masculina sostiene la vara del primero con una mano y con la otra porta lo que parece ser un instrumento musical, algún tipo de corna. El tercero toca un instrumento con las dos manos. Le sigue un tercer medallón, con dos figuras masculinas sin gorro, que se tiran mutuamente de la barba.







   [4]

En el otro lado largo encontramos dos aves (avestruces) con los cuellos entrelazados dentro de un medallón. Seguidamente cinco figuras masculinas ataviadas más pobremente que las anteriores portando comida a sus hombros. En el medallón central una figura femenina desnuda amamanta a un bebé. En el siguiente tramo dos figuras a caballo idénticas se enfrentan entre sí con lanzas, incluso los caballos se tocan las cabezas uno al otro. Y en el tercer medallón un felino se encuentra devorando a otro animal (parece por las piernas un tipo de ciervo o cabra).


      [5]
En uno de los lados cortos, se contraponen dos imágenes separadas por el marco central, idénticas ambas: una gran ave devora a un gran conejo.


    [6]

En el otro lado corto también se contraponen dos escenas, de animales de la misma espécie enfrontándose entre si, en el caso izquierdo se trata de dos cabras montesas y en el otro de dos felinos.



     [7]

En cada una de las esquinas encontramos una figura que parece dividirese mirando hacia ambos lados.

La pila es lisa por el interior y en los lados presenta muescas y agujeros característicos de los abrevaderos de caballos.

                -Interpretaciones que se han realizado sobre ella[8]:
J. Villanueva y Pérez Bayer: sepulcro pagano o cristiano.
Amador de los Ríos: pila de una mezquita del s.XII, “representando la composición escultórica de sus bandas escenas de la Alfira o Pascua Musulmana, goces y placeres subsiguientes a los ayunos del Ramadán”.
José Ramón de Málida: pila de abluciones muslmanas.
Tramoyeres Blasco: pila de estilo románico y no musulmán.
Hübner: afirmaba que no podía ser anterior al s.VII.
Teodoro Llorente de Olivares: interpretó los motivos escultóricos como alusivos a una única leyenda poética “Amor, lucha, destrucción, paz”.
Fortunato de Selgas: critica la interpretación de Villanueva por la antigüedad que el otorga a la obra, afirmando que se trata de una pieza de la Aljama o Palacio Árabe de Játiva.
Ruker Sotomator: comparó los motivos escultóricos con otros de muesos orientales.



-CONTEXTO HISÓTICO DE LA OBRA:
La civilización islámica surge gracias al impulso que le proporciona una nueva religión, el Islam, cuya doctrina es predicada por el profeta Mahoma (571-632), el cual escribió (o dictó) el Corán, libro en el que constan las 114 Suras o revelaciones que le hace Alá (Dios), a lo largo de su vida. Con ello, se unificarán leyes religiosas y  leyes gubernamentales, habiendo creado ya al llegar su muerte las bases de un estado teocrático. Durante su vida, el profeta había logrado reunir bajo su creencia a los nómadas del interior de Arabia, y también a los habitantes de las ciudades costeras del Yemen y del Mar Rojo. El periodo inmediato tras su muerte, se denomina el de “Los Cuatro Califas Ortodoxos” (632-661). Posteriormente llegará la “Dinastía de los Omeyas”, periodo durante el cual la capital se situará en Damasco (661-750), y durante el cual ampliarán su territorio: Norte de África y la Península Ibérica, llegando hasta los Pirineos, siéndoles cortado el paso por Carlos Martel en la Batalla de Poitiers, en el 732. Así pues siguieron extendiéndose hacia oriente, llegando sus fronteras hasta Samarcanda por el Norte, y hasta el Indo por el Sur. Con la posterior dinastía, la de “los Abbasidas” (750-945), se separan las fronteras religiosas de las políticas, siendo más extensa la religiosa, pues Al-Andalus (su zona conquistada en la Península Ibérica), el norte de África y sus conquistas en India escapan a la autoridad política del momento, situada en Bagdad (IraK), por entonces capital del Imperio musulmán. Éste periodo se caracteriza por su influencia cultural Persa, mientras en etapas posteriores será influenciado por los turcos, los cuales se harán con el poder.
Lo que nos interesa es el cambio de dinastía de los Omeyas a los Abbasidas, el cual se realiza mediante un golpe de estado por parte de Abu Abbas, que defiende el derecho de su familiar a acceder al poder. Con el éxito de los Abbasidas, se decide matar a todos los descendientes Omeya, pero uno de ellos escapa con la ayuda de las tribus norte africanas (a las que pertenecía su madre) consiguió huir y se dirigió a la Península Ibérica, y con la ayuda de los mismos se hará con el poder de Al-Andalus y será nombrado Emir Abderramán I. (La figura del Emir está sometida a la del Califa en teoría). Al Andalus, antes de la llegada de Abderramán, se consideraba un Emirato dependiente del Califato Omeya de Damasco, pero tras su llegada, se proclamó Emirato independiente del Califato Abbasida de Bagdad. Más tarde, en el 929, sus sucesores considerarán marcar más profundamente su independencia, proclamándose Califato Omeya de Córdoba. Finalmente, con las campañas de reconquista, y tras la muerte del Hachib Almanzor, quedará denominado como Reino de Taifas (desde el s.XI hasta finales del s.XIII), defendiendo fragmentos de territorios por la península mas lo que será el posterior reino Nazarí de Granada. Algunas interpretaciones de la mezquita de Córdoba por ejemplo, afirma que  el Califato Omeya y sus descendientes buscan la manera de mostrar su disconformidad con el Califato de Bagdad a base de “pequeñas rebeldías” como por ejemplo no orientar el templo exactamente hacia la Meca.
La obra “pila de Xátiva”, pertenece a éste periodo (del Reino de Taifas). Se cree procedente de la Aljama (o Palacio Musulmán), por la calidad de su talla.

En cuanto a la cuestión de las imágenes, en sus inicios el Islam fue reacio a las imágenes, igual que lo fue el judaísmo y el cristianismo en sus orígenes, puede ser que fuera por la confrontación al establecer la Kaaba como casa de Alá, quitando todos los ídolos que se encontraban en el recinto. Además, en el Corán aparece varias frases que apoyan a la no creación de imágenes: “Oh vosotros, los que creeis!, El vino, el juego de azar, los ansab (palabra en musulmán arcaico, que tiene un significado ambivalente en la actualidad, refiriéndose a ídolos o también a esculturas) y las flechas adivinatorias son una abominación, obras de Satán; manteneos alejado de todo ello. Tal vez entonces seáis felices”[9]. En éste verso se iguala las estatuas o ídolos, a otros vicios mal vistos en la religión islámica. Además, en el Sura 39 Verso 63, se reafirma a Alá como único creador. Sin embargo, en el primer periodo del Islam ya establecido como tal sí que sabemos de numerosas creaciones artísticas, sobretodo en edificios civiles y en diversidad de objetos, entendiendo solamente la “prohibición” para edificios religiosos. También se sabe de la existencia de un decreto en el 720, proclamado por el Califa Yazid II, en relación a destruir todas las imágenes e ídolos, pero parece ser que ser refería solamente a las figuraciones de los territorios egipcios y grecorromanos[10]. Aun así, en el s.XI se extendió una corriente islamista más puritana (debido a las recopilaciones de hadices “hadit”, realizadas en parte por  al_Bujari  y Muslim), que impuso extender la norma de la no creación de imágenes a todos los ámbitos de la vida comunitaria musulmana. Hasta entonces, la dinastía Omeya había recubierto sus palacios con una bella imaginería pintada y esculpida, (como los mosaicos de la Gran Mezquita de Damasco o los de la cúpula de la Roca), sin embargo se observa que se elimina cualquier carácter de verosimilitud, para cumplir con la ortodoxia musulmana.
Así pues, la “pila de Xátiva” podría ser una de las últimas piezas de con relieves figurativos musulmana.




-INTERPRETACIÓN ICONOLÓGICA DE LA OBRA:
Aunque por lo general se acepte que trata de los placeres de la vida palaciega, en mi opinión, esta obra tiene un significado más profundo, por el contexto en el que se encuentra. Las familias importantes musulmanas de Játiva de la época, eran familias ilustradas, como los Banü Abj Talïl al-Jawlänï[11]. Es necesario que conocieran su historia, la de la discordia entre las dos dinastías, la Abbasida y la Omeya, lo cual les había llevado a nacer en una península con continua discordia, lejos del núcleo de su religión, y por el cual se encontraban en constante acoso de los cristianos. Las abundantes representaciones de animales de la misma especie enfrentándose entre sí, igual que la imagen de los hombres que se enfrentan entre sí, tirándose de la barba dentro del medallón, podría referirse al conflicto sufrido por sus antepasados: (dos hombres de la misma religión, enfrentándose entre sí), pues, en el medallón no se aprecia ninguna diferenciación entre los ropajes de ambos (vistiendo los dos túnicas sueltas como los musulmanes), nada que pudiera hacer pensar que uno de los dos sea cristiano. Además, la escena que ha sido interpretada como un baile, en la que aparecen cinco figuras humanas, dos mirando hacia la derecha y confrontándose tres que miran hacia ellos, para mí no está muy claro que sea un baile en la corte lo que se representa. La primera figura, si nos fijamos en detalle, lo que parece que lleve en la mano es un arco, y no un instrumento (los arqueros se colocan en la retaguardia), y la primera de las figuras del grupo de tres, portador de una lanza, parece que clava ésta en el hombro del hombre al que tiene de frente, además de estirarle de la barba con la otra mano (claro símbolo de discordia). El tercero de este grupo toca un instrumento, pero cierto es que en las batallas se llevaban músicos para dar ánimos a las tropas, y para tocar el sonido de los movimientos correspondientes, como por ejemplo, la retirada. Por eso mismo creo que el registro de este lado largo de la pila hace referencia, en primer lugar, (de izquierda a derecha) a la vida de palacio o a lo que se espera en el paraíso (por la imagen del árbol), y seguidamente a las batallas que se han librado en la tierra, concretamente entre musulmanes.
Le sigue la banda corta que representa animales de la misma especie enfrentándose entre sí: alegoría del enfrentamiento entre ambas dinastías de la misma religión: la Omeya y la Abbasida.
En el otro lado largo, la escena de los portadores de comida, aunque a Angel Velasco le parece que este lado de la pila está realizado por una mano diferente, yo creo que solamente se produce esta impresión por la escasez de ropa de los portadores de imágenes. Sin embargo sus faldillas cortas están realizadas con la misma delicadeza que las de la cara opuesta, por eso creo que se trata de la misma mano. Además, la misma escasez de ropa es la que me hace pensar que se trata de criados cristianos portadores de ofrendas, refiriéndose a la continuación del registro anterior (con la huida del superviviente Omeya y su llegada a Al-Ándalus, expandirá su territorio y hará esclavos cristianos). Otra figura que podría tener una interpretación diferente, es la mujer desnuda que amamanta a un bebé. Se la ha interpretado como una nodriza de la corte, pero debería plantearse la posibilidad de tratarse de una representación alegórica de “la caridad”, que es uno de los pilares del Islam, como reafirmante de que sigue con la tradición de su religión, o como algo fundamental que no se debe olvidar a pesar de las batallas o el botín conseguido, (pues el Corán no considera justificada ninguna acumulación de riqueza que no sea para ayudar a los necesitados). Le sigue el registro de los caballeros a caballo enfrentándose entre sí: podría ser una justificación de la acumulación de riqueza, para proteger su nuevo reino islámico, o las continuas batallas que se siguen librando. Al final, en el último medallón de este registro, el felino devora al otro animal más débil, (el más fuerte vence al más débil), los musulmanes, con la ayuda de Alá, vencen a los débiles cristianos que no creen en la verdadera religión.
Finalmente en el otro lado corto, se sigue con las alegorías de imágenes, haciendo referencia a la misma idea del medallón del felino que devora al otro animal, con la doble imagen del águila cazando al conejo, como algo natural, el más fuerte gana al más débil.
En cuanto al uso que realizó “la pila” en su día, es algo muy difícil de saber, por no decir imposible, pues se la encontró varios siglos posteriores a su creación totalmente fuera de contexto, posiblemente bastante alterada, y no se ha encontrado ninguna pista de dónde pudo haber estado. Por la técnica parece que hay bastante acuerdo hoy en día en que pertenece al s.XI, y aunque se la llama “la pila”, no está muy claro lo que fuera en su día, pues la parte inferior de la obra no es lisa, y por tanto no parece que estuviera colocada en el suelo. Se suele decir que posiblemente llevaría una peana, pero igual que se puede decir eso podría decirse perfectamente en mi opinión, que era la cubierta de un sarcófago y que el vaciado que le da forma de pila fue realizado con posterioridad. Yo descarto totalmente que se trate de un pila de abluciones, pues, ya hemos visto que los musulmanes buscaban la forma de “saltarse la norma” para los edificios públicos, pero dudo que incluso en Al-Ándalus se la saltaran para los edificios religiosos. En todo caso sería la pila de un jardín de algún palacio.
 En conclusión, no se sabe su función, pero sin duda lo que sí que es seguro es que es una pieza excepcional, y que si no se trata de una fuente de un palacio, seguro que fue merecedora de serlo.


-ESTADO DE CONSERVACIÓN:



El 21 de Enero de 1895, se recibe en Xátiva una comunicación, por la cual, la Real Academia de San Carlos en Valencia demanda la presencia del “sarcófago”, contando con el desprendimiento del mismo por parte del ayuntamiento de Játiva, pidiéndolo en calidad de depósito, en el Museo Provincial de la capital, y apelando a que la pila no estaba siendo de uso público en el lugar. Tras una respuesta negativa, una nueva tentativa es realizada el 12 de Octubre de 1910, a la cual se responde otra vez negativamente. En el acta del libro capitular de 1910 se observa que el ayuntamiento acordó por unanimidad no mandar la pila a Valencia, “por ser de opinión pública refractaria a que salga de Játiva ninguna de sus valiosas antigüedades”, acordándose a su vez que se haga una vitrina para la mejor conservación de esta joya arqueológica (la cual no tiene en la actualidad, y nos corrobora Angel Velasco que tal vitrina no ha existido nunca, “que él sepa”). Además, afirma que aunque la siguieran pidiendo desde Valencia, seguiría negándose por siempre, pues cree que las obras deben permanecer lo más cerca del contexto en el que han aparecido.
Desde que fue encontrada hasta 1987, la pila, aunque limpia, se había conservado igual que se la encontró: había sido unida (pues estaba partida) con unas grapas de hierro y plomo que unían sus dos partes. Cuando en este año se anexó el antiguo edificio del Banco de España al museo, la pieza fue restaurada por la empresa “Coresal”, en aquel entonces la más respetada como restauradora de las cercanas, y le realizaron una limpieza, le quitaron las grapas y la pegaron con “resina epoxi”[12]. Con los dos viajes que ha realizado (a EEUU y a Granada) se ha deteriorado bastante. Angel Velasco asegura que una de sus prioridades será llevar a cabo una nueva restauración de la pieza, y ponerla en un punto que sea el centro del discurso del museo (pues no ha podido hacerlo aún, al hacer solamente un mes que tiene el cargo de director del museo). También afirma que que la pieza no volverá a salir del museo, pues es pesada y frágil, y que para que otras instituciones puedan disfrutar de ella desea que se realice una réplica de gran calidad, además de cambiar el soporte que la sostiene desde el 87. En general, asegura que el programa que seguirá en el museo será el que predica la ICOMOS: Recuperar, Restaurar y Difundir. “Se trata de que el museo funcione cada vez mejor, no solamente ocuparse de la parte empresarial: hay que generar exposiciones temporales propias, y participar en algunas itinerantes; mejorar las colecciones propias y centrarse en la recuperación del patrimonio”[13].

La pila, por su mal uso que realizó como abrevadero de caballos está muy deteriorada, presentando numerosos agujeros y deformidades, por no hablar del deterioro de la parte interior, pero por si eso fuera poco, presenta manchas resecas de algún tipo de producto (chocolate o café). El director, que realiza una doble función como arqueólogo del ayuntamiento de Xátiva, asegura que los anteriores directores en general han tenido el museo bastante abandonado, además de que la cultura del público que reciben es de nivel aún bajo en cuanto a arte (porque normalmente son grupos escolares los que lo visitan). Y afirma que el único que se preocupó realmente de él fue Sarthou, además de primer director fundador del museo, al cual califica como “un cisne entre patos”.



  









BIBLIOGRAFÍA:

                LIBROS:
-          HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL: “de Roma al Prerrománico”. Por Joan Sureda. Ed.Planeta.
-          LOS REINOS DE TAIFAS: “Al-Andalus en el s.XI”. Dirigido por Jose María Jover Zamora. Ed. Espasa Calpe, S.A.
-          LO  MEJOR DEL ARTE ISLÁMICO. Por Teresa Pérez Higuera. Ed. Historia 16.
-          EL  MUSEO MUNICIPAL DE JÁTIVA. Por Carlos Sarthou Carreres. Ed.Valencia. 1987. 2ª Edición.

                PÁGINAS WEBB:

                OTRAS FUENTES:
-          Entrevista directa con el actual director del museo  Almodí de Xátiva, Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).








[1] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).
[2] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).
[3] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado largo de “La pila de Xátiva”. Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.
[4] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado largo de “La pila de Xátiva”. Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[5] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado corto de “La pila de Xátiva”. Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[6] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado corto de “La pila de Xátiva). Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[7] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado corto de “La pila de Xátiva”. De izquierda a derecha: detalle de una esquina; detalle del interior de “la pila”; detalle de uno de los orificios de entrada o salida de agua). Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[8]EL MUSEO MUNICIPAL DE JÁTIVA, de Carlos Sarthou Carreres. Ed. Valencia 1987, 2ª edición. (Pág.10).
[9] Corán, Sura 5 Verso 90.
[10] Historia Universal del Arte, dirigida por José Milicua, Tomo IV “De Roma al Prerrománico”, ed. Planeta.
[11] LOS REINOS DE TAIFAS: “Al-Andalus en el s.XI”. Dirigido por Jose María Jover Zamora. Ed. Espasa Calpe, S.A.

[12] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).
[13] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).



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