viernes, 29 de marzo de 2013

La “pila” de Xátiva




La “pila” de Xátiva





GUIÓN:


-FICHA TÉCNICA DE LA OBRA.
-DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFIA, Y ALGUNAS INTERPRETACIONES QUE SE HAN      REALIZADO SOBRE ELLA.
-CONTEXTO HISTÓRICO DE LA OBRA.
-INTERPRETACIÓN ICONOLÓGICA DE LA OBRA.
-LA CONSERVACIÓN DE LA OBRA. 
-BIBLIOGRAFÍA. 




FICHA TÉCNICA DE LA OBRA:

-NOMBRE DE LA OBRA: “Pila de Xátiva”.
-LUGAR DE PRODUCCIÓN: Al-Ándalus.
-LUGAR DE HALLAZGO: Xátiva. (En el s.XVIII servía como abrevadero de caballos, a pesar de su valor).
-LUGAR DE CONSERVACIÓN: Xátiva, Museo Almodí.
-DIMENSIONES: Altura 41,9 cm; Largo 169,9 cm; Ancho 67cm.
-MATERIAL Y TÉCNICA: Mármol rosa Buixcarró esculpido.
-FECHA A LA QUE PERTENECE: s.XI.
-ESTILO: Arte hispánico, estilo de Cantería Árabe de Al-Ándalus. (Pieza única en su género por la banda esculpida con figuras por toda la parte exterior).

-RECORRIDO DE LA OBRA: se la cree perteneciente a algún palacio árabe de familia importante  de Xátiva de la época. Fue encontrada en el s.XVIII (1792) por Pérez Bayer, siendo utilizada como abrevadero de caballos en las antiguas caballerías de Xátiva (junto a la fuente de los 25 chorros, colocada en el suelo para que bebieran los caballos), y fue mandada trasladar por el Gobernador  Pascual Gaspar de Bonanza al patio del Palacio Municipal. Más adelante se trasladó al ex convento de San Agustín (posterior edificio del ayuntamiento), y posteriormente trasladada junto con otras obras procedentes del Palacio Municipal, al edificio Almud’n o lonja del grano (actual museo Almodín), en 1788, en calidad de depósito, siendo llevado a efecto el traslado por el entonces diputado Antonio Mateo Pueyo. Con la apertura del museo inaugurado en 1929, ya se consideraba a “La Pila” la pieza arqueológica principal del mismo. El setabense Emilio Gandía García realizó varios vaciados de la obra para los museos arqueológicos de Barcelona (del cual era director), Valencia, Madrid, París y Londres, para que realizaran sus reproducciones. El Museo arqueológico de Londres calculó en su momento que el valor material de la pieza se estimaría en medio millón de pesetas, valoración que hoy en día le hace gracia al actual director del museo Almodín Angel Velasco, quien considera que es difícil poner valor a una pieza única (aunque aclara que es una tarea que debe hacerse para las compañías aseguradoras, y que seguramente se tendrá que revisar la póliza y poner alguna cantidad más grande de la que haya)[1].

La obra ha salido del museo en dos ocasiones desde que entró: la primera vez fue prestada a EEUU para una exposición temporal, y la segunda a Granada, para la Macro Exposición de Al-Andalus (en esta última se prestó con la condición de recibir a la vuelta una réplica exacta, sin embargo a la vuelta la obra volvió sola)[2].




-DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFICA Y ALGUNAS INTERPRETACIONES ICONOLÓGICAS DE LA OBRA:
     





-Descripción iconográfica: la pila tiene una banda de alto relieve esculpido por toda la parte que rodea los laterales de la misma. En los lados largos encontramos tres medallones, uno a cada lado y otro al centro, que separa lo que parece ser dos escenas diferentes a cada lado de éste central. Al mismo tiempo, dentro de cada medallón hay otra representación, y en los lados cortos dos escenas separadas por un marco esculpido en medio. En uno de los lados largos, encontramos de izquierda a derecha, un medallón con lo que parece ser una figura masculina tocando el laúd. Le siguen fuera del medallón dos figuras, parecen una femenina y otra masculina, de pié al lado de un árbol. Debajo del árbol una figura masculina recostada come un fruto. En la otra parte del árbol encontramos una figura masculina con un laúd entre las manos, y otra con una flauta en la boca. Le sigue el medallón central, en el que se aprecia una figura masculina recostada, con una especie de “botellín” en la mano, al que otra femenina le sirve alguna bebida en un cuenco con una jarra. Le sigue  otro grupo de figuras, dos que parecen moverse hacia la derecha, el primero de ellos lleva alguna cosa combada en una mano, y el otro también lleva algo alargado. Las otras tres figuras que parecen a punto de moverse hacia la izquierda, la primera sostiene con una mano una especie de “vara” alargada, y la otra la adelanta (están bastante deterioradas pero parece que le coge de la barba al que tiene de frente). La segunda figura masculina sostiene la vara del primero con una mano y con la otra porta lo que parece ser un instrumento musical, algún tipo de corna. El tercero toca un instrumento con las dos manos. Le sigue un tercer medallón, con dos figuras masculinas sin gorro, que se tiran mutuamente de la barba.







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En el otro lado largo encontramos dos aves (avestruces) con los cuellos entrelazados dentro de un medallón. Seguidamente cinco figuras masculinas ataviadas más pobremente que las anteriores portando comida a sus hombros. En el medallón central una figura femenina desnuda amamanta a un bebé. En el siguiente tramo dos figuras a caballo idénticas se enfrentan entre sí con lanzas, incluso los caballos se tocan las cabezas uno al otro. Y en el tercer medallón un felino se encuentra devorando a otro animal (parece por las piernas un tipo de ciervo o cabra).


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En uno de los lados cortos, se contraponen dos imágenes separadas por el marco central, idénticas ambas: una gran ave devora a un gran conejo.


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En el otro lado corto también se contraponen dos escenas, de animales de la misma espécie enfrontándose entre si, en el caso izquierdo se trata de dos cabras montesas y en el otro de dos felinos.



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En cada una de las esquinas encontramos una figura que parece dividirese mirando hacia ambos lados.

La pila es lisa por el interior y en los lados presenta muescas y agujeros característicos de los abrevaderos de caballos.


 -Interpretaciones que se han realizado sobre ella[8]:
J. Villanueva y Pérez Bayer: sepulcro pagano o cristiano.
Amador de los Ríos: pila de una mezquita del s.XII, “representando la composición escultórica de sus bandas escenas de la Alfira o Pascua Musulmana, goces y placeres subsiguientes a los ayunos del Ramadán”.
José Ramón de Málida: pila de abluciones muslmanas.
Tramoyeres Blasco: pila de estilo románico y no musulmán.
Hübner: afirmaba que no podía ser anterior al s.VII.
Teodoro Llorente de Olivares: interpretó los motivos escultóricos como alusivos a una única leyenda poética “Amor, lucha, destrucción, paz”.
Fortunato de Selgas: critica la interpretación de Villanueva por la antigüedad que el otorga a la obra, afirmando que se trata de una pieza de la Aljama o Palacio Árabe de Játiva.
Ruker Sotomator: comparó los motivos escultóricos con otros de muesos orientales.



-CONTEXTO HISÓTICO DE LA OBRA:
La civilización islámica surge gracias al impulso que le proporciona una nueva religión, el Islam, cuya doctrina es predicada por el profeta Mahoma (571-632), el cual escribió (o dictó) el Corán, libro en el que constan las 114 Suras o revelaciones que le hace Alá (Dios), a lo largo de su vida. Con ello, se unificarán leyes religiosas y  leyes gubernamentales, habiendo creado ya al llegar su muerte las bases de un estado teocrático. Durante su vida, el profeta había logrado reunir bajo su creencia a los nómadas del interior de Arabia, y también a los habitantes de las ciudades costeras del Yemen y del Mar Rojo. El periodo inmediato tras su muerte, se denomina el de “Los Cuatro Califas Ortodoxos” (632-661). Posteriormente llegará la “Dinastía de los Omeyas”, periodo durante el cual la capital se situará en Damasco (661-750), y durante el cual ampliarán su territorio: Norte de África y la Península Ibérica, llegando hasta los Pirineos, siéndoles cortado el paso por Carlos Martel en la Batalla de Poitiers, en el 732. Así pues siguieron extendiéndose hacia oriente, llegando sus fronteras hasta Samarcanda por el Norte, y hasta el Indo por el Sur. Con la posterior dinastía, la de “los Abbasidas” (750-945), se separan las fronteras religiosas de las políticas, siendo más extensa la religiosa, pues Al-Andalus (su zona conquistada en la Península Ibérica), el norte de África y sus conquistas en India escapan a la autoridad política del momento, situada en Bagdad (IraK), por entonces capital del Imperio musulmán. Éste periodo se caracteriza por su influencia cultural Persa, mientras en etapas posteriores será influenciado por los turcos, los cuales se harán con el poder.
Lo que nos interesa es el cambio de dinastía de los Omeyas a los Abbasidas, el cual se realiza mediante un golpe de estado por parte de Abu Abbas, que defiende el derecho de su familiar a acceder al poder. Con el éxito de los Abbasidas, se decide matar a todos los descendientes Omeya, pero uno de ellos escapa con la ayuda de las tribus norte africanas (a las que pertenecía su madre) consiguió huir y se dirigió a la Península Ibérica, y con la ayuda de los mismos se hará con el poder de Al-Andalus y será nombrado Emir Abderramán I. (La figura del Emir está sometida a la del Califa en teoría). Al Andalus, antes de la llegada de Abderramán, se consideraba un Emirato dependiente del Califato Omeya de Damasco, pero tras su llegada, se proclamó Emirato independiente del Califato Abbasida de Bagdad. Más tarde, en el 929, sus sucesores considerarán marcar más profundamente su independencia, proclamándose Califato Omeya de Córdoba. Finalmente, con las campañas de reconquista, y tras la muerte del Hachib Almanzor, quedará denominado como Reino de Taifas (desde el s.XI hasta finales del s.XIII), defendiendo fragmentos de territorios por la península mas lo que será el posterior reino Nazarí de Granada. Algunas interpretaciones de la mezquita de Córdoba por ejemplo, afirma que  el Califato Omeya y sus descendientes buscan la manera de mostrar su disconformidad con el Califato de Bagdad a base de “pequeñas rebeldías” como por ejemplo no orientar el templo exactamente hacia la Meca.
La obra “pila de Xátiva”, pertenece a éste periodo (del Reino de Taifas). Se cree procedente de la Aljama (o Palacio Musulmán), por la calidad de su talla.

En cuanto a la cuestión de las imágenes, en sus inicios el Islam fue reacio a las imágenes, igual que lo fue el judaísmo y el cristianismo en sus orígenes, puede ser que fuera por la confrontación al establecer la Kaaba como casa de Alá, quitando todos los ídolos que se encontraban en el recinto. Además, en el Corán aparece varias frases que apoyan a la no creación de imágenes: “Oh vosotros, los que creeis!, El vino, el juego de azar, los ansab (palabra en musulmán arcaico, que tiene un significado ambivalente en la actualidad, refiriéndose a ídolos o también a esculturas) y las flechas adivinatorias son una abominación, obras de Satán; manteneos alejado de todo ello. Tal vez entonces seáis felices”[9]. En éste verso se iguala las estatuas o ídolos, a otros vicios mal vistos en la religión islámica. Además, en el Sura 39 Verso 63, se reafirma a Alá como único creador. Sin embargo, en el primer periodo del Islam ya establecido como tal sí que sabemos de numerosas creaciones artísticas, sobretodo en edificios civiles y en diversidad de objetos, entendiendo solamente la “prohibición” para edificios religiosos. También se sabe de la existencia de un decreto en el 720, proclamado por el Califa Yazid II, en relación a destruir todas las imágenes e ídolos, pero parece ser que ser refería solamente a las figuraciones de los territorios egipcios y grecorromanos[10]. Aun así, en el s.XI se extendió una corriente islamista más puritana (debido a las recopilaciones de hadices “hadit”, realizadas en parte por  al_Bujari  y Muslim), que impuso extender la norma de la no creación de imágenes a todos los ámbitos de la vida comunitaria musulmana. Hasta entonces, la dinastía Omeya había recubierto sus palacios con una bella imaginería pintada y esculpida, (como los mosaicos de la Gran Mezquita de Damasco o los de la cúpula de la Roca), sin embargo se observa que se elimina cualquier carácter de verosimilitud, para cumplir con la ortodoxia musulmana.
Así pues, la “pila de Xátiva” podría ser una de las últimas piezas de con relieves figurativos musulmana.



-INTERPRETACIÓN ICONOLÓGICA DE LA OBRA:
Aunque por lo general se acepte que trata de los placeres de la vida palaciega, en mi opinión, esta obra tiene un significado más profundo, por el contexto en el que se encuentra. Las familias importantes musulmanas de Játiva de la época, eran familias ilustradas, como los Banü Abj Talïl al-Jawlänï[11]. Es necesario que conocieran su historia, la de la discordia entre las dos dinastías, la Abbasida y la Omeya, lo cual les había llevado a nacer en una península con continua discordia, lejos del núcleo de su religión, y por el cual se encontraban en constante acoso de los cristianos. Las abundantes representaciones de animales de la misma especie enfrentándose entre sí, igual que la imagen de los hombres que se enfrentan entre sí, tirándose de la barba dentro del medallón, podría referirse al conflicto sufrido por sus antepasados: (dos hombres de la misma religión, enfrentándose entre sí), pues, en el medallón no se aprecia ninguna diferenciación entre los ropajes de ambos (vistiendo los dos túnicas sueltas como los musulmanes), nada que pudiera hacer pensar que uno de los dos sea cristiano. Además, la escena que ha sido interpretada como un baile, en la que aparecen cinco figuras humanas, dos mirando hacia la derecha y confrontándose tres que miran hacia ellos, para mí no está muy claro que sea un baile en la corte lo que se representa. La primera figura, si nos fijamos en detalle, lo que parece que lleve en la mano es un arco, y no un instrumento (los arqueros se colocan en la retaguardia), y la primera de las figuras del grupo de tres, portador de una lanza, parece que clava ésta en el hombro del hombre al que tiene de frente, además de estirarle de la barba con la otra mano (claro símbolo de discordia). El tercero de este grupo toca un instrumento, pero cierto es que en las batallas se llevaban músicos para dar ánimos a las tropas, y para tocar el sonido de los movimientos correspondientes, como por ejemplo, la retirada. Por eso mismo creo que el registro de este lado largo de la pila hace referencia, en primer lugar, (de izquierda a derecha) a la vida de palacio o a lo que se espera en el paraíso (por la imagen del árbol), y seguidamente a las batallas que se han librado en la tierra, concretamente entre musulmanes.
Le sigue la banda corta que representa animales de la misma especie enfrentándose entre sí: alegoría del enfrentamiento entre ambas dinastías de la misma religión: la Omeya y la Abbasida.
En el otro lado largo, la escena de los portadores de comida, aunque a Angel Velasco le parece que este lado de la pila está realizado por una mano diferente, yo creo que solamente se produce esta impresión por la escasez de ropa de los portadores de imágenes. Sin embargo sus faldillas cortas están realizadas con la misma delicadeza que las de la cara opuesta, por eso creo que se trata de la misma mano. Además, la misma escasez de ropa es la que me hace pensar que se trata de criados cristianos portadores de ofrendas, refiriéndose a la continuación del registro anterior (con la huida del superviviente Omeya y su llegada a Al-Ándalus, expandirá su territorio y hará esclavos cristianos). Otra figura que podría tener una interpretación diferente, es la mujer desnuda que amamanta a un bebé. Se la ha interpretado como una nodriza de la corte, pero debería plantearse la posibilidad de tratarse de una representación alegórica de “la caridad”, que es uno de los pilares del Islam, como reafirmante de que sigue con la tradición de su religión, o como algo fundamental que no se debe olvidar a pesar de las batallas o el botín conseguido, (pues el Corán no considera justificada ninguna acumulación de riqueza que no sea para ayudar a los necesitados). Le sigue el registro de los caballeros a caballo enfrentándose entre sí: podría ser una justificación de la acumulación de riqueza, para proteger su nuevo reino islámico, o las continuas batallas que se siguen librando. Al final, en el último medallón de este registro, el felino devora al otro animal más débil, (el más fuerte vence al más débil), los musulmanes, con la ayuda de Alá, vencen a los débiles cristianos que no creen en la verdadera religión.
Finalmente en el otro lado corto, se sigue con las alegorías de imágenes, haciendo referencia a la misma idea del medallón del felino que devora al otro animal, con la doble imagen del águila cazando al conejo, como algo natural, el más fuerte gana al más débil.
En cuanto al uso que realizó “la pila” en su día, es algo muy difícil de saber, por no decir imposible, pues se la encontró varios siglos posteriores a su creación totalmente fuera de contexto, posiblemente bastante alterada, y no se ha encontrado ninguna pista de dónde pudo haber estado. Por la técnica parece que hay bastante acuerdo hoy en día en que pertenece al s.XI, y aunque se la llama “la pila”, no está muy claro lo que fuera en su día, pues la parte inferior de la obra no es lisa, y por tanto no parece que estuviera colocada en el suelo. Se suele decir que posiblemente llevaría una peana, pero igual que se puede decir eso podría decirse perfectamente en mi opinión, que era la cubierta de un sarcófago y que el vaciado que le da forma de pila fue realizado con posterioridad. Yo descarto totalmente que se trate de un pila de abluciones, pues, ya hemos visto que los musulmanes buscaban la forma de “saltarse la norma” para los edificios públicos, pero dudo que incluso en Al-Ándalus se la saltaran para los edificios religiosos. En todo caso sería la pila de un jardín de algún palacio.
 En conclusión, no se sabe su función, pero sin duda lo que sí que es seguro es que es una pieza excepcional, y que si no se trata de una fuente de un palacio, seguro que fue merecedora de serlo.


-ESTADO DE CONSERVACIÓN:



El 21 de Enero de 1895, se recibe en Xátiva una comunicación, por la cual, la Real Academia de San Carlos en Valencia demanda la presencia del “sarcófago”, contando con el desprendimiento del mismo por parte del ayuntamiento de Játiva, pidiéndolo en calidad de depósito, en el Museo Provincial de la capital, y apelando a que la pila no estaba siendo de uso público en el lugar. Tras una respuesta negativa, una nueva tentativa es realizada el 12 de Octubre de 1910, a la cual se responde otra vez negativamente. En el acta del libro capitular de 1910 se observa que el ayuntamiento acordó por unanimidad no mandar la pila a Valencia, “por ser de opinión pública refractaria a que salga de Játiva ninguna de sus valiosas antigüedades”, acordándose a su vez que se haga una vitrina para la mejor conservación de esta joya arqueológica (la cual no tiene en la actualidad, y nos corrobora Angel Velasco que tal vitrina no ha existido nunca, “que él sepa”). Además, afirma que aunque la siguieran pidiendo desde Valencia, seguiría negándose por siempre, pues cree que las obras deben permanecer lo más cerca del contexto en el que han aparecido.
Desde que fue encontrada hasta 1987, la pila, aunque limpia, se había conservado igual que se la encontró: había sido unida (pues estaba partida) con unas grapas de hierro y plomo que unían sus dos partes. Cuando en este año se anexó el antiguo edificio del Banco de España al museo, la pieza fue restaurada por la empresa “Coresal”, en aquel entonces la más respetada como restauradora de las cercanas, y le realizaron una limpieza, le quitaron las grapas y la pegaron con “resina epoxi”[12]. Con los dos viajes que ha realizado (a EEUU y a Granada) se ha deteriorado bastante. Angel Velasco asegura que una de sus prioridades será llevar a cabo una nueva restauración de la pieza, y ponerla en un punto que sea el centro del discurso del museo (pues no ha podido hacerlo aún, al hacer solamente un mes que tiene el cargo de director del museo). También afirma que que la pieza no volverá a salir del museo, pues es pesada y frágil, y que para que otras instituciones puedan disfrutar de ella desea que se realice una réplica de gran calidad, además de cambiar el soporte que la sostiene desde el 87. En general, asegura que el programa que seguirá en el museo será el que predica la ICOMOS: Recuperar, Restaurar y Difundir. “Se trata de que el museo funcione cada vez mejor, no solamente ocuparse de la parte empresarial: hay que generar exposiciones temporales propias, y participar en algunas itinerantes; mejorar las colecciones propias y centrarse en la recuperación del patrimonio”[13].

La pila, por su mal uso que realizó como abrevadero de caballos está muy deteriorada, presentando numerosos agujeros y deformidades, por no hablar del deterioro de la parte interior, pero por si eso fuera poco, presenta manchas resecas de algún tipo de producto (chocolate o café). El director, que realiza una doble función como arqueólogo del ayuntamiento de Xátiva, asegura que los anteriores directores en general han tenido el museo bastante abandonado, además de que la cultura del público que reciben es de nivel aún bajo en cuanto a arte (porque normalmente son grupos escolares los que lo visitan). Y afirma que el único que se preocupó realmente de él fue Sarthou, además de primer director fundador del museo, al cual califica como “un cisne entre patos”.



  









BIBLIOGRAFÍA:

                LIBROS:
-          HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL: “de Roma al Prerrománico”. Por Joan Sureda. Ed.Planeta.
-          LOS REINOS DE TAIFAS: “Al-Andalus en el s.XI”. Dirigido por Jose María Jover Zamora. Ed. Espasa Calpe, S.A.
-          LO  MEJOR DEL ARTE ISLÁMICO. Por Teresa Pérez Higuera. Ed. Historia 16.
-          EL  MUSEO MUNICIPAL DE JÁTIVA. Por Carlos Sarthou Carreres. Ed.Valencia. 1987. 2ª Edición.

                PÁGINAS WEBB:

                OTRAS FUENTES:
-          Entrevista directa con el actual director del museo  Almodí de Xátiva, Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).






NOTAS:


[1] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).
[2] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).
[3] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado largo de “La pila de Xátiva”. Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.
[4] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado largo de “La pila de Xátiva”. Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[5] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado corto de “La pila de Xátiva”. Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[6] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado corto de “La pila de Xátiva). Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[7] Imágenes detalle de cada uno de los fragmentos de un lado corto de “La pila de Xátiva”. De izquierda a derecha: detalle de una esquina; detalle del interior de “la pila”; detalle de uno de los orificios de entrada o salida de agua). Fotografías realizadas por: Jesica Martí Egea.

[8]EL MUSEO MUNICIPAL DE JÁTIVA, de Carlos Sarthou Carreres. Ed. Valencia 1987, 2ª edición. (Pág.10).
[9] Corán, Sura 5 Verso 90.
[10] Historia Universal del Arte, dirigida por José Milicua, Tomo IV “De Roma al Prerrománico”, ed. Planeta.
[11] LOS REINOS DE TAIFAS: “Al-Andalus en el s.XI”. Dirigido por Jose María Jover Zamora. Ed. Espasa Calpe, S.A.

[12] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).
[13] Entrevista directa con el actual director del museo Angel Velasco. (Lunes 5 de diciembre de 2011).



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