-DESCRIPCIÓN
ICONOGRÁFICA Y ALGUNAS INTERPRETACIONES ICONOLÓGICAS DE LA OBRA:





-Descripción iconográfica: la pila tiene una banda de alto relieve
esculpido por toda la parte que rodea los laterales de la misma. En los lados
largos encontramos tres medallones, uno a cada lado y otro al centro, que
separa lo que parece ser dos escenas diferentes a cada lado de éste central. Al
mismo tiempo, dentro de cada medallón hay otra representación, y en los lados
cortos dos escenas separadas por un marco esculpido en medio. En uno de los
lados largos, encontramos de izquierda a derecha, un medallón con lo que parece
ser una figura masculina tocando el laúd. Le siguen fuera del medallón dos
figuras, parecen una femenina y otra masculina, de pié al lado de un árbol.
Debajo del árbol una figura masculina recostada come un fruto. En la otra parte
del árbol encontramos una figura masculina con un laúd entre las manos, y otra
con una flauta en la boca. Le sigue el medallón central, en el que se aprecia
una figura masculina recostada, con una especie de “botellín” en la mano, al
que otra femenina le sirve alguna bebida en un cuenco con una jarra. Le
sigue otro grupo de figuras, dos que
parecen moverse hacia la derecha, el primero de ellos lleva alguna cosa combada
en una mano, y el otro también lleva algo alargado. Las otras tres figuras que
parecen a punto de moverse hacia la izquierda, la primera sostiene con una mano
una especie de “vara” alargada, y la otra la adelanta (están bastante
deterioradas pero parece que le coge de la barba al que tiene de frente). La
segunda figura masculina sostiene la vara del primero con una mano y con la
otra porta lo que parece ser un instrumento musical, algún tipo de corna. El
tercero toca un instrumento con las dos manos. Le sigue un tercer medallón, con
dos figuras masculinas sin gorro, que se tiran mutuamente de la barba.






En el otro lado largo encontramos dos aves (avestruces)
con los cuellos entrelazados dentro de un medallón. Seguidamente cinco figuras
masculinas ataviadas más pobremente que las anteriores portando comida a sus
hombros. En el medallón central una figura femenina desnuda amamanta a un bebé.
En el siguiente tramo dos figuras a caballo idénticas se enfrentan entre sí con
lanzas, incluso los caballos se tocan las cabezas uno al otro. Y en el tercer
medallón un felino se encuentra devorando a otro animal (parece por las piernas
un tipo de ciervo o cabra).
En uno de los lados cortos, se contraponen dos imágenes
separadas por el marco central, idénticas ambas: una gran ave devora a un gran
conejo.
En el otro lado corto también se contraponen dos escenas,
de animales de la misma espécie enfrontándose entre si, en el caso izquierdo se
trata de dos cabras montesas y en el otro de dos felinos.
En cada una de las esquinas encontramos una figura que
parece dividirese mirando hacia ambos lados.
La pila es lisa por el interior y en los
lados presenta muescas y agujeros característicos de los abrevaderos de
caballos.
-Interpretaciones que se han realizado
sobre ella:
J. Villanueva y Pérez Bayer: sepulcro pagano o cristiano.
Amador de los Ríos: pila de una mezquita del s.XII,
“representando la composición escultórica de sus bandas escenas de la Alfira o
Pascua Musulmana, goces y placeres subsiguientes a los ayunos del Ramadán”.
José Ramón de Málida: pila de abluciones muslmanas.
Tramoyeres Blasco: pila de estilo románico y no
musulmán.
Hübner: afirmaba que no podía ser anterior al s.VII.
Teodoro Llorente de Olivares: interpretó los motivos
escultóricos como alusivos a una única leyenda poética “Amor, lucha,
destrucción, paz”.
Fortunato de Selgas: critica la interpretación de
Villanueva por la antigüedad que el otorga a la obra, afirmando que se trata de
una pieza de la Aljama o Palacio Árabe de Játiva.
Ruker Sotomator: comparó los motivos
escultóricos con otros de muesos orientales.
-CONTEXTO HISÓTICO
DE LA OBRA:
La civilización islámica surge gracias al
impulso que le proporciona una nueva religión, el Islam, cuya doctrina es
predicada por el profeta Mahoma (571-632), el cual escribió (o dictó) el Corán,
libro en el que constan las 114 Suras o revelaciones que le hace Alá (Dios), a
lo largo de su vida. Con ello, se unificarán leyes religiosas y leyes gubernamentales, habiendo creado ya al
llegar su muerte las bases de un estado teocrático. Durante su vida, el profeta
había logrado reunir bajo su creencia a los nómadas del interior de Arabia, y
también a los habitantes de las ciudades costeras del Yemen y del Mar Rojo. El
periodo inmediato tras su muerte, se denomina el de “Los Cuatro Califas
Ortodoxos” (632-661). Posteriormente llegará la “Dinastía de los Omeyas”,
periodo durante el cual la capital se situará en Damasco (661-750), y durante
el cual ampliarán su territorio: Norte de África y la Península Ibérica,
llegando hasta los Pirineos, siéndoles cortado el paso por Carlos Martel en la
Batalla de Poitiers, en el 732. Así pues siguieron extendiéndose hacia oriente,
llegando sus fronteras hasta Samarcanda por el Norte, y hasta el Indo por el
Sur. Con la posterior dinastía, la de “los Abbasidas” (750-945), se separan las
fronteras religiosas de las políticas, siendo más extensa la religiosa, pues
Al-Andalus (su zona conquistada en la Península Ibérica), el norte de África y
sus conquistas en India escapan a la autoridad política del momento, situada en
Bagdad (IraK), por entonces capital del Imperio musulmán. Éste periodo se
caracteriza por su influencia cultural Persa, mientras en etapas posteriores
será influenciado por los turcos, los cuales se harán con el poder.
Lo que nos interesa es el cambio de dinastía
de los Omeyas a los Abbasidas, el cual se realiza mediante un golpe de estado
por parte de Abu Abbas, que defiende el derecho de su familiar a acceder al
poder. Con el éxito de los Abbasidas, se decide matar a todos los descendientes
Omeya, pero uno de ellos escapa con la ayuda de las tribus norte africanas (a
las que pertenecía su madre) consiguió huir y se dirigió a la Península
Ibérica, y con la ayuda de los mismos se hará con el poder de Al-Andalus y será
nombrado Emir Abderramán I. (La figura del Emir está sometida a la del Califa
en teoría). Al Andalus, antes de la llegada de Abderramán, se consideraba un
Emirato dependiente del Califato Omeya de Damasco, pero tras su llegada, se
proclamó Emirato independiente del Califato Abbasida de Bagdad. Más tarde, en
el 929, sus sucesores considerarán marcar más profundamente su independencia,
proclamándose Califato Omeya de Córdoba. Finalmente, con las campañas de
reconquista, y tras la muerte del Hachib Almanzor, quedará denominado como
Reino de Taifas (desde el s.XI hasta finales del s.XIII), defendiendo
fragmentos de territorios por la península mas lo que será el posterior reino
Nazarí de Granada. Algunas interpretaciones de la mezquita de Córdoba por
ejemplo, afirma que el Califato Omeya y
sus descendientes buscan la manera de mostrar su disconformidad con el Califato
de Bagdad a base de “pequeñas rebeldías” como por ejemplo no orientar el templo
exactamente hacia la Meca.
La obra “pila de Xátiva”, pertenece a éste
periodo (del Reino de Taifas). Se cree procedente de la Aljama (o Palacio
Musulmán), por la calidad de su talla.
En cuanto a la cuestión de las imágenes, en
sus inicios el Islam fue reacio a las imágenes, igual que lo fue el judaísmo y
el cristianismo en sus orígenes, puede ser que fuera por la confrontación al
establecer la Kaaba como casa de Alá, quitando todos los ídolos que se
encontraban en el recinto. Además, en el Corán aparece varias frases que apoyan
a la no creación de imágenes: “Oh vosotros, los que creeis!, El vino, el juego
de azar, los ansab (palabra en
musulmán arcaico, que tiene un significado ambivalente en la actualidad,
refiriéndose a ídolos o también a esculturas) y las flechas adivinatorias son
una abominación, obras de Satán; manteneos alejado de todo ello. Tal vez
entonces seáis felices”.
En éste verso se iguala las estatuas o ídolos, a otros vicios mal vistos en la
religión islámica. Además, en el Sura 39 Verso 63, se reafirma a Alá como único
creador. Sin embargo, en el primer periodo del Islam ya establecido como tal sí
que sabemos de numerosas creaciones artísticas, sobretodo en edificios civiles
y en diversidad de objetos, entendiendo solamente la “prohibición” para
edificios religiosos. También se sabe de la existencia de un decreto en el 720,
proclamado por el Califa Yazid II, en relación a destruir todas las imágenes e
ídolos, pero parece ser que ser refería solamente a las figuraciones de los territorios
egipcios y grecorromanos.
Aun así, en el s.XI se extendió una corriente islamista más puritana (debido a
las recopilaciones de hadices “hadit”,
realizadas en parte por al_Bujari y Muslim), que impuso extender la norma de la
no creación de imágenes a todos los ámbitos de la vida comunitaria musulmana.
Hasta entonces, la dinastía Omeya había recubierto sus palacios con una bella
imaginería pintada y esculpida, (como los mosaicos de la Gran Mezquita de
Damasco o los de la cúpula de la Roca), sin embargo se observa que se elimina
cualquier carácter de verosimilitud, para cumplir con la ortodoxia musulmana.
Así pues, la “pila de Xátiva” podría ser una
de las últimas piezas de con relieves figurativos musulmana.
-INTERPRETACIÓN
ICONOLÓGICA DE LA OBRA:
Aunque por lo general se acepte que trata de
los placeres de la vida palaciega, en mi opinión, esta obra tiene un
significado más profundo, por el contexto en el que se encuentra. Las familias
importantes musulmanas de Játiva de la época, eran familias ilustradas, como
los Banü Abj Talïl al-Jawlänï.
Es necesario que conocieran su historia, la de la discordia entre las dos
dinastías, la Abbasida y la Omeya, lo cual les había llevado a nacer en una
península con continua discordia, lejos del núcleo de su religión, y por el
cual se encontraban en constante acoso de los cristianos. Las abundantes
representaciones de animales de la misma especie enfrentándose entre sí, igual
que la imagen de los hombres que se enfrentan entre sí, tirándose de la barba
dentro del medallón, podría referirse al conflicto sufrido por sus antepasados:
(dos hombres de la misma religión, enfrentándose entre sí), pues, en el
medallón no se aprecia ninguna diferenciación entre los ropajes de ambos
(vistiendo los dos túnicas sueltas como los musulmanes), nada que pudiera hacer
pensar que uno de los dos sea cristiano. Además, la escena que ha sido
interpretada como un baile, en la que aparecen cinco figuras humanas, dos
mirando hacia la derecha y confrontándose tres que miran hacia ellos, para mí
no está muy claro que sea un baile en la corte lo que se representa. La primera
figura, si nos fijamos en detalle, lo que parece que lleve en la mano es un
arco, y no un instrumento (los arqueros se colocan en la retaguardia), y la
primera de las figuras del grupo de tres, portador de una lanza, parece que
clava ésta en el hombro del hombre al que tiene de frente, además de estirarle
de la barba con la otra mano (claro símbolo de discordia). El tercero de este
grupo toca un instrumento, pero cierto es que en las batallas se llevaban
músicos para dar ánimos a las tropas, y para tocar el sonido de los movimientos
correspondientes, como por ejemplo, la retirada. Por eso mismo creo que el
registro de este lado largo de la pila hace referencia, en primer lugar, (de
izquierda a derecha) a la vida de palacio o a lo que se espera en el paraíso
(por la imagen del árbol), y seguidamente a las batallas que se han librado en
la tierra, concretamente entre musulmanes.
Le sigue la banda corta que representa
animales de la misma especie enfrentándose entre sí: alegoría del
enfrentamiento entre ambas dinastías de la misma religión: la Omeya y la
Abbasida.
En el otro lado largo, la escena de los
portadores de comida, aunque a Angel Velasco le parece que este lado de la pila
está realizado por una mano diferente, yo creo que solamente se produce esta
impresión por la escasez de ropa de los portadores de imágenes. Sin embargo sus
faldillas cortas están realizadas con la misma delicadeza que las de la cara
opuesta, por eso creo que se trata de la misma mano. Además, la misma escasez
de ropa es la que me hace pensar que se trata de criados cristianos portadores
de ofrendas, refiriéndose a la continuación del registro anterior (con la huida
del superviviente Omeya y su llegada a Al-Ándalus, expandirá su territorio y
hará esclavos cristianos). Otra figura que podría tener una interpretación
diferente, es la mujer desnuda que amamanta a un bebé. Se la ha interpretado
como una nodriza de la corte, pero debería plantearse la posibilidad de
tratarse de una representación alegórica de “la caridad”, que es uno de los
pilares del Islam, como reafirmante de que sigue con la tradición de su
religión, o como algo fundamental que no se debe olvidar a pesar de las
batallas o el botín conseguido, (pues el Corán no considera justificada ninguna
acumulación de riqueza que no sea para ayudar a los necesitados). Le sigue el
registro de los caballeros a caballo enfrentándose entre sí: podría ser una justificación
de la acumulación de riqueza, para proteger su nuevo reino islámico, o las
continuas batallas que se siguen librando. Al final, en el último medallón de
este registro, el felino devora al otro animal más débil, (el más fuerte vence
al más débil), los musulmanes, con la ayuda de Alá, vencen a los débiles
cristianos que no creen en la verdadera religión.
Finalmente en el otro lado corto, se sigue
con las alegorías de imágenes, haciendo referencia a la misma idea del medallón
del felino que devora al otro animal, con la doble imagen del águila cazando al
conejo, como algo natural, el más fuerte gana al más débil.
En cuanto al uso que realizó “la pila” en su
día, es algo muy difícil de saber, por no decir imposible, pues se la encontró
varios siglos posteriores a su creación totalmente fuera de contexto,
posiblemente bastante alterada, y no se ha encontrado ninguna pista de dónde
pudo haber estado. Por la técnica parece que hay bastante acuerdo hoy en día en
que pertenece al s.XI, y aunque se la llama “la pila”, no está muy claro lo que
fuera en su día, pues la parte inferior de la obra no es lisa, y por tanto no
parece que estuviera colocada en el suelo. Se suele decir que posiblemente
llevaría una peana, pero igual que se puede decir eso podría decirse
perfectamente en mi opinión, que era la cubierta de un sarcófago y que el
vaciado que le da forma de pila fue realizado con posterioridad. Yo descarto
totalmente que se trate de un pila de abluciones, pues, ya hemos visto que los
musulmanes buscaban la forma de “saltarse la norma” para los edificios
públicos, pero dudo que incluso en Al-Ándalus se la saltaran para los edificios
religiosos. En todo caso sería la pila de un jardín de algún palacio.
En
conclusión, no se sabe su función, pero sin duda lo que sí que es seguro es que
es una pieza excepcional, y que si no se trata de una fuente de un palacio,
seguro que fue merecedora de serlo.
-ESTADO DE
CONSERVACIÓN:


El 21 de Enero de 1895, se recibe en Xátiva
una comunicación, por la cual, la Real Academia de San Carlos en Valencia
demanda la presencia del “sarcófago”, contando con el desprendimiento del mismo
por parte del ayuntamiento de Játiva, pidiéndolo en calidad de depósito, en el
Museo Provincial de la capital, y apelando a que la pila no estaba siendo de
uso público en el lugar. Tras una respuesta negativa, una nueva tentativa es
realizada el 12 de Octubre de 1910, a la cual se responde otra vez
negativamente. En el acta del libro capitular de 1910 se observa que el
ayuntamiento acordó por unanimidad no mandar la pila a Valencia, “por ser de opinión pública refractaria a que
salga de Játiva ninguna de sus valiosas antigüedades”, acordándose a su vez
que se haga una vitrina para la mejor conservación de esta joya arqueológica
(la cual no tiene en la actualidad, y nos corrobora Angel Velasco que tal
vitrina no ha existido nunca, “que él sepa”). Además, afirma que aunque la
siguieran pidiendo desde Valencia, seguiría negándose por siempre, pues cree
que las obras deben permanecer lo más cerca del contexto en el que han
aparecido.
Desde que fue encontrada hasta 1987, la pila,
aunque limpia, se había conservado igual que se la encontró: había sido unida
(pues estaba partida) con unas grapas de hierro y plomo que unían sus dos
partes. Cuando en este año se anexó el antiguo edificio del Banco de España al
museo, la pieza fue restaurada por la empresa “Coresal”, en aquel entonces la más
respetada como restauradora de las cercanas, y le realizaron una limpieza, le
quitaron las grapas y la pegaron con “resina epoxi”.
Con los dos viajes que ha realizado (a EEUU y a Granada) se ha deteriorado
bastante. Angel Velasco asegura que una de sus prioridades será llevar a cabo
una nueva restauración de la pieza, y ponerla en un punto que sea el centro del
discurso del museo (pues no ha podido hacerlo aún, al hacer solamente un mes
que tiene el cargo de director del museo). También afirma que que la pieza no
volverá a salir del museo, pues es pesada y frágil, y que para que otras
instituciones puedan disfrutar de ella desea que se realice una réplica de gran
calidad, además de cambiar el soporte que la sostiene desde el 87. En general,
asegura que el programa que seguirá en el museo será el que predica la ICOMOS:
Recuperar, Restaurar y Difundir. “Se trata de que el museo funcione cada vez
mejor, no solamente ocuparse de la parte empresarial: hay que generar
exposiciones temporales propias, y participar en algunas itinerantes; mejorar
las colecciones propias y centrarse en la recuperación del patrimonio”.
La
pila, por su mal uso que realizó como abrevadero de caballos está muy
deteriorada, presentando numerosos agujeros y deformidades, por no hablar del
deterioro de la parte interior, pero por si eso fuera poco, presenta manchas
resecas de algún tipo de producto (chocolate o café). El director, que realiza
una doble función como arqueólogo del ayuntamiento de Xátiva, asegura que los
anteriores directores en general han tenido el museo bastante abandonado,
además de que la cultura del público que reciben es de nivel aún bajo en cuanto
a arte (porque normalmente son grupos escolares los que lo visitan). Y afirma
que el único que se preocupó realmente de él fue Sarthou, además de primer
director fundador del museo, al cual califica como “un cisne entre patos”.
BIBLIOGRAFÍA:
LIBROS:
-
HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL: “de Roma al Prerrománico”. Por Joan Sureda. Ed.Planeta.
-
LOS REINOS DE TAIFAS: “Al-Andalus en el s.XI”. Dirigido por Jose María Jover Zamora. Ed. Espasa
Calpe, S.A.
-
LO MEJOR DEL ARTE ISLÁMICO. Por
Teresa Pérez Higuera. Ed. Historia
16.
-
EL MUSEO MUNICIPAL DE JÁTIVA.
Por Carlos Sarthou Carreres. Ed.Valencia. 1987. 2ª Edición.
PÁGINAS WEBB:
OTRAS FUENTES:
NOTAS:
LOS REINOS
DE TAIFAS: “Al-Andalus en el s.XI”. Dirigido por Jose María Jover Zamora. Ed. Espasa Calpe, S.A.